CÓRDOBA

TEATRO GÓNGORA

VIERNES 27

20.30 HORAS

Hoy, a las 20.30 horas, el Teatro Góngora recibe la obra Smoking Room, versión teatral de la película del mismo título con guión y dirección de Julio Wallovits y Roger Gual. Esta versión, dirigida por Gual, tiene como intérpretes a Manuel Morón, Edu Soto, Pepe Ocio, Secun de la Rosa, Manolo Solo y Miki Esparbé. La puesta en escena parte del guión del filme para hacer una dramaturgia bastante fiel con el concepto del producto cinematográfico, sin dejar de mantener una personalidad teatral propia. Los seis actores muestran en escena lo difícil que es para la mayoría de los humanos llevar a cabo un proyecto en común y cómo los intereses personales siempre se ponen por delante del bien común. Es el signo de los tiempos que nos ha tocado vivir.

La historia que cuenta Smoking Room gira alrededor de cómo se enfrentan varias y distintas personas a un problema que supuestamente es común a todas ellas. En síntesis, la sucursal española de una empresa americana es obligada a poner en vigencia la prohibición de fumar dentro de sus oficinas. A partir de ahora, quienes quieran fumar en horario laboral deberán hacerlo en la calle. Ramírez, uno de los empleados de esta pequeña oficina, compuesta principalmente por hombres, decide empezar a juntar firmas contra lo que considera injusto y fuera de lugar. Lo que pretende Ramírez es que se utilice una sala desocupada en la oficina como sala de fumar. Smoking Room, como dicen los americanos.

En apariencia, todos están de acuerdo y le van a apoyar. Sin embargo, en los encuentros cara a cara con cada uno de los empleados, Ramírez se encuentra con una serie de excusas para evitar formar parte de esta lista.Se trata de una obra claramente de actores, con un texto escrito y controlado al milímetro para mostrar cómo la elaboración de una simple lista para reivindicar algo es la excusa perfecta que desata las más nocivas y mediocres actitudes de unos trabajadores paralizados por el terror del poder. El texto revela que el hecho de intentar defender los derechos laborales es peor hoy que hace más de quince años. En este sentido se ha ido hacia atrás.