El bailaor cordobés José Barrios tiene, como otros muchos, añoranza de su tierra. Aquí comenzó a sentir el aguijonazo del baile flamenco, para después iniciar un recorrido por los mejores escenarios del mundo. Ahora se presenta ante nosotros con la mochila llena de ilusiones después de alcanzar los logros que todo artista se propone en el inicio de su andadura. Una lucha por llegar a lo más alto después de un largo rosario de esforzados sacrificios que podríamos sintetizarlos en este trabajo.

Barrios queda sumido en una catarsis impregnada de nostalgia en este Reditum que presenta en el Teatro Góngora mañana a las 20.30, ya que volver a su tierra, a sus raíces, supone para él cumplir una de las ilusiones más gratificantes, porque va a tener ocasión, después de su largo periplo por tierra extraña, de disfrutar de pequeños pero entrañables recuerdos que te arrancan una sonrisa o pellizcan el alma. Creemos que en esta reflexión se encuentran las claves de su retorno. Una añoranza por tantos años fuera de sus lugares de origen, en los que fomentaría su pasión por el baile en academias de Córdoba, Sevilla y Madrid. Y es en la capital del reino, donde se va curtiendo en tablaos como Casa Patas, Corral de la Morería y el Café de Chinitas, entre otros. No pasa desapercibido para las primeras figuras del baile que, como Blanca del Rey y María Pagés, lo incluyen en su elenco. Es en la compañía de ésta donde su labor coreográfica la alterna con el baile. Canciones para después de una guerra, Sevilla, Autorretrato y Utopía, de la bailaora sevillana, llevan su impronta, que refuerza con trabajos propios en los que destacan Básicamente Flamenco, presentado en Washington en el 2007 y posteriormente en Egipto y en Marruecos.

Una sólida y enriquecedora carrera que Barrios sintetizará mediante un cuidado programa en el que incluye palos como el martinete-rondeña, zapateado, tanguillos, farruca, alegrías de Córdoba-mirabrás, bulerias y una rumba-marcha-bulería que da nombre a este esperado espectáculo en el que figuran dos cordobeses de reconocida solvencia. El cante flamenquísimo de Ana Ramón y la guitarra de Isaac Muñoz, también autor de la música. Dos grandes realidades del Campo de la Verdad, que vienen universalizando su arte en compañías de prestigio como la de Maria Pagés. El cante de Paco del Pozo y Sara Corea, los vientos de Diego Villegas y la percusión de Luis Dorado, completan el elenco presidido por este bailaor con denominación de origen cordobesa que viene con la ilusión de ofrecer a sus paisanos los perfiles más sobresalientes de su arte.

CÓRDOBA

TEATRO GÓNGORA

SÁBADO 25

20.30 HORAS