El macizo de la Horconera puede fraccionarse en tres estructuras bien diferenciadas. De noroeste a sureste la componen Bermejo, Sierra Alhucema y Tiñosa. Estas tres prominencias montañosas quedan separadas por dos collados, el puerto del Cerezo y Puerto Mahina. Hacia este último, situado entre la Sierra Alhucema y la Tiñosa, dirigimos hoy nuestros pasos. Partiremos desde el cortijo de las Chozas de Toledo, hasta donde llegamos la semana pasada, no sin antes advertir de la necesidad de solicitar previamente permiso tanto a la propiedad como a la Consejería de Medio Ambiente.

Antiguamente se denominada sierra de La Tiñosa a todo el macizo de la Horconera, aunque se distinguían dentro de ella varias montañas y puertos, entre ellos el de Medina, que con el tiempo cambió su nombre por el de Mahina, que es como se le conoce en la actualidad.

Así por ejemplo, en 1794, el capellán Antonio Lozano, al referirse a las sierras de Priego en el informe destinado a formar parte del Diccionario geográfico de Tomás López, nos decía: «La principal y más alta llamada Tiñosa, entre poniente y mediodía, principia su base media legua, su longitud dos leguas, finaliza cerca de Rute, su anchura media legua, y, por lo agrio y escarpado de ella, a buen andar se necesita para subirla siete cuartos de hora. Es la más alta de todos los pueblos de la comarca. Tiene un puerto que llaman de Medina por el que pasa cómodamente, otro dicho del Cereso, casi intransitable y otro de Rute, porque allí principia su término, poco usado por lo fragosos de él. La mayor elevación de esta sierra es por lo más cercano a este pueblo, que le dicen la Silla Alta, se llama Tiñosa hasta el expresado puerto de Medina, y desde éste al del Cereso le llaman Alhucemas, desde el Cereso al de Rute la loma de las Chozas, y desde aquí toma el nombre de la sierra de Rute por estar ya en su término».

Desde el cortijo de las Chozas de Toledo parte un camino hacia el puerto Mahina que acaba convirtiéndose en una senda. Se puede distinguir en la distancia que el puerto se divide en dos collados separados por una suave loma. Ascenderemos hacia el de la derecha, menos elevado. Al principio hallaremos algunas encinas achaparradas y un matorral de aulaga, romero y matagallo; al final, en las zonas de mayor altitud, solamente encontraremos algunas retamas y piornales, vegetación especialmente adaptada a las condiciones de alta montaña, marcadas por la altitud, los grandes paredones calizos y el fuerte aire encañonado que baja de la cima del puerto.

Encontraremos un álamo solitario que nos indicará que llevamos bien nuestro camino. Junto a él desciende un pequeño curso de agua, el arroyo de Petronilo, que, al parecer, es como se conoce al curso alto del arroyo de puerto Mahina. Si en el manantial de La Milana pudimos observar las rocas de travertino, aquí tenemos la suerte de ver «en vivo» el proceso de su formación: ramas, hojas, incluso algún hueso, son cementados con el carbonato cálcico que va dejando el agua del arroyo a su paso. Como curiosidad, en las cápsulas que construyen las moscas de las piedras (tricópteros) para protegerse, puede verse reflejada la rica variedad de rocas de la zona. La presencia de estos insectos es un indicador de la buena calidad de las aguas.

Aunque queda fuera de nuestra ruta, si descendemos unos 250 metros el valle del arroyo, en la margen derecha encontraremos una formación con estratos finos de roca. La orientación tan variada y confusa de los mismos nos habla de un fondo de mar inestable, en el que cualquier maremoto podría hacer deslizarse las capas de lodo todavía blandas, antes de que se hubieran transformado en roca (slumps). Las rocas en detalle muestran abundantes trazas fósiles o icnofósiles, producidas por la actividad de los organismos en el sedimento.El regato de Petronilo nace cerca del cortijo viejo de las Chozas de Toledo, cuyos restos se localizan apenas a 150 metros de la coronación de Puerto Mahina. En sus proximidades se observan varios rezumes de aguas procedentes del puerto y de la cara noroeste de la Tiñosa.

Aunque el agua solo fluye en la época de lluvias, la posición de los nacimientos viene delatada por los abundantes juncales que existen en el lecho del efímero arroyo. Las rocas que parecen aportar el principal caudal de estos rezumes parecen ser unas calizas del Jurásico superior que afloran en la zona en el núcleo de un gran pliegue sinclinal y que se superponen a radiolaritas, mucho menos permeables que aquellas.