El macizo de la Pata de Mahoma es una cadena de pequeños cabezos, constituida a base de margas y calizas margosas, que forman parte de las estribaciones más septentrionales de la impresionante mole de la Sierra de la Horconera. Se extiende desde los extramuros de la ciudad de Priego de Córdoba, al este, hasta el talud sobre los barrancos del arroyo Gámiz, tributario del Genilla, al oeste. Los olivos cuadriculan casi por completo estas lomas, aunque en las laderas de mayor pendiente y coronas de más difícil acceso, sobreviven algunos manchones de matorral. Otro elemento interesante que decora estos pequeños cerros que rodean la ciudad de Priego por el suroeste son los restos de algunas torres-atalayas de origen árabe. Vamos a visitar hoy los vestigios de la conocida como torre de la Pata de Mahoma, tal como la nombran en el catálogo de Patrimonio Inmueble de Andalucía, aunque en realidad está en un cerro situado al noroeste de la elevación que aparece nombrada como tal en el plano topográfico. Pero antes, situemos estas interesantes construcciones en su contexto histórico.

Aunque la ciudad de Priego de Córdoba fue conquistada por el rey castellano-leonés Fernando III en 1226, y pocos años después fue donada a la orden de Calatrava, cayó de nuevo en manos nazaríes en el año 1332. Según Ibn al-Jatib -poeta, escritor, historiador, filósofo y político andalusí- los ejércitos nazaritas atacaron Priego y se apoderaron de ella por asalto. Esta conquista fue capitaneada por Ridwan, persona que ocupaba el cargo de hayib o primer ministro del sultán de Granada Muhammad IV y que en realidad era un cristiano de Calzada de Calatrava capturado y educado por los musulmanes granadinos. Según cuenta el mencionado escritor andalusí, «el hayib Ridwan, una vez conquistada Baguh (Priego), ordenó fortificarla y dotarla de almorabitos», es decir, la repoblaron con defensores y la consolidaron con morabitos, que eran ermitaños o monjes soldados encargados de la defensa de las fronteras. Según esto, prácticamente todas las torres del campo de Priego se edificarían entre 1332, fecha de la conquista nazarí de Priego, y el año 1341, fecha en que Alfonso XI la reconquistó definitivamente para las armas de Castilla. A las señales de estas torres o rábitas, tan abundantes en la frontera cristiano-nazarí, se tocaría rebato, poniendo por tanto en guardia a la guarnición de la medina de Priego. Después de la conquista cristiana estas torres sufrirían multitud de reformas.