La singularidad de la cueva Extremadura, descubierta en el año 2011, viene determinada por haberse encontrado en todo su recorrido restos cerámicos que, según los arqueólogos, corresponden a un periodo a caballo entre los siglos X y XI de nuestra era, pudiéndose relacionar -al igual que otras cuevas de los alrededores de Medina Baguh- con algún tipo de práctica ascética o devota, relacionada con el misticismo islámico. La Gallinera es una sierra difícil de recorrer y que encierra gran interés ecológico, por lo que por motivos de seguridad y conservación su acceso debe estar restringido a personas con experiencia montañera o naturalistas conocedores de las especies endémicas que alberga; lo mismo debemos decir de las cuevas, que constituyen refugios de quirópteros -animales muy sensibles a las molestias provocadas por los visitantes-, además de encerrar delicados yacimientos arqueológicos, por lo que para penetrar en ellas debemos contar con un permiso especial que sólo se concede en casos excepcionales y para realizar estudios espeleológicos, ecológicos o arqueológicos.

Una visión bastante completa de la cara sur de Sierra Gallinera se puede obtener recorriendo la carretera A-3225, de Carcabuey a Rute, especialmente en el tramo que va desde la aldea de Los Villares hasta el carril de la fuente de Las Cañas. Pasado el kilómetro 13, a la derecha surge el camino de la Solana, por el que podemos acercarnos un poco más a la base de la Sierra. Desde el sendero GR-7 -que en este tramo está trazado sobre una vía pecuaria, la colada de Fuente de Carcabuey a Fuente Chaparral o de los Terneros- se obtienen también buenas vistas de la cara sur de Sierra Gallinera.