José Carlos Plaza es el encargado de dirigir esta excelente pieza de Florian Zeller, El Padre. Este fin de semana, viernes 28 y sábado 29 en el Gran Teatro a las 20.30 horas tendremos oportunidad de disfrutar con este excelente actor que es Héctor Alterio en el papel de Andrés, acompañado por un elenco formado por Ana Labordeta, Luis Rallo, Miguel Hermoso, Zaira Montes y María González. El propio autor de la pieza la califica como «farsa trágica». Nos hace asomarnos a este tema tan espinoso como es la pérdida de la realidad debido a la vejez. Nos hace profundizar ante la perspectiva de una mente confusa, o quizá confundida por lo que ocurre al protagonista.

La obra muestra la enfermedad de alzhéimer desde el punto de vista de quien la padece. Plasma todo el proceso que sufre Andrés, para el que los personajes se duplican, cambian a velocidad de vértigo colocándole en situaciones ambiguas, muchas veces contradictorias, a través de esa enfermedad que descoloca a quien la sufre.

ENTRE DRAMA Y COMEDIA

El Padre de Florian Zeller acerca al espectador al drama para inmediatamente dar un giro hacia la comedia o hacia un inquietante thriller al estilo Hitchcock que hace que la acción nunca decaiga y que cuando creamos haber llegado al fondo, un giro inesperado vuelva a desconcertarnos y nos vuelve a atrapar garantizando una función con gran dramatismo además de un amplio sentido del humor. El alzhéimer juega con Andrés tendiéndole continuas trampas, todo lo cambia a su alrededor: los rostros, los espacios, la memoria vital. Entra en una espiral de demencia en la que se repiten sus obsesiones. Alterio crea un Andrés poliédrico porque el personaje muestra muchas caras a través de su nueva realidad que llegará a ser la única que tenga. Por primera vez en su vida, Andrés depende de los demás y entre drama y risas, les amará y les hará la vida imposible a partes iguales dentro de esa demencia que poco a poco se apodera del individuo mostrando que algo va espantosamente mal en esta tragedia a que se ve abocado el padre. Pero el autor también aprovecha para mostrar el drama de quienes rodean al enfermo: la hija, el yerno. Seres humanos que también necesitan vivir, respirar, desarrollar sus anhelos, huir de una vida casi invivible para poder sobrellevar el drama de la enfermedad. Una obra, pues, en la que el gran actor que ha demostrado ser Héctor Alterio promete dar de sí todos los registros y matices a los que nos tiene acostumbrados.

CÓRDOBA

GRAN TEATRO

VIERNES 28 Y

SÁBADO 29

20.30 HORAS