El sendero geológico de la Tiñosa, descatalogado en febrero del 2018, discurre en su primer tramo por un carril terrizo, denominado de Navasequilla, que nos permitirá acercarnos a los pies del Puerto Mahina sin ningún tipo de restricción, al menos hasta que encontremos la cadena dispuesta poco antes de llegar al cortijo de las Chozas de Toledo, donde ya se nos advierte que el paso está prohibido. En este camino podremos observar rasgos del paisaje y elementos geológicos de gran interés, así como rocas formadas en edades y contextos muy diferentes entre sí. Proponemos un recorrido en bucle que aprovecha la primera parte del itinerario señalizado, y que nos permitirá conocer dos interesantes enclaves, como son el misterioso Duende de La Milana y una isla geobotánica en la que crecen plantas y hongos que no son propios de estos terrenos. Los paneles que encontraremos en el camino nos ayudarán a interpretar la realidad que observamos.

A un kilómetro de Priego de Córdoba, en dirección a Carcabuey, cerca del kilómetro 23 de la carretera A-339 y frente al club familiar la Milana, surge el carril asfaltado de Navasequilla. En su inicio, al lado de la carretera y en una pequeña área recreativa, se localiza el manantial de La Milana, que, en realidad, es una mina excavada directamente en el terreno, al pie del cerro, a cuyo interior se accede por la pared norte; el agua fluye por un conducto subterráneo que la conduce hasta un pilar de planta trapezoidal enrasado con el suelo, de seis metros de longitud.

Entre siete y diez metros por encima de esta fuente, ligeramente oculto por un tapiz de plantas trepadoras en el talud travertínico escarpado en la margen izquierda del carril de Navasequilla, se halla el enigmático manantial del Duende de la Milana, que, por lo general, encontraremos seco. Si observamos con atención, veremos el agua rezumando tras la maleza y una chorrera o cascada que puede llegar a conducir gran cantidad de agua tras un periodo de lluvias muy intensas.

El punto donde se sitúa la chorrera está marcado por dos hitos de cemento que limitan la pontanilla de paso del agua. Se trata de un manantial kárstico temporal que responde al fenómeno hidrogeológico del trop plein (del francés «demasiado lleno»), es decir, una surgencia no perenne que surge a cota más alta que el manantial habitual en épocas húmedas o de gran recarga del acuífero, llegando a descargar por corto tiempo caudales superiores al manantial principal.

Cuando el acuífero -en este caso el de La Tiñosa- entra en carga, el agua busca su salida por conductos, cavidades o fisuras situadas a mayor cota. Por tanto, el Duende de la Milana es un perfecto indicador de la benignidad o no de los periodos de lluvia en la zona, «apareciendo o desapareciendo», según la pluviometría registrada durante el año o ciclos anuales.

CERÁMICAS ROMANAS

Continuando por el carril de Navasequilla, a unos 500 metros se incorpora por nuestra izquierda una vía pecuaria, la Colada de la Fuente de Carcabuey a la Fuente del Chaparral o de los Terneros, sobre la que se ha trazado el sendero de gran recorrido GR-7 y el sendero de la sierra Horconera; y, poco después, se separa a la izquierda el veredón de la Almorzara. Siguiendo por el carril de Navasequilla, a los pocos metros llegaremos a otra bifurcación. A la derecha, hacia el oeste, se desvía la Colada de la Fuente de Carcabuey a la Fuente del Chaparral o de los Terneros, por donde debemos continuar, para, después de trazar un bucle, regresar a este mismo punto por el camino de Navasequilla, que abandonamos temporalmente.

En sus primeros metros, el Camino Viejo de Rute está empedrado y rodeado de muros de piedra. Primero asciende hasta un collado situado a 745 metros de altitud, para descender luego por la otra vertiente en busca del arroyo de Jaula. Durante un kilómetro, aproximadamente, continuaremos en paralelo a dicho curso de agua. En este tramo, conocido como El Callejón, destacan las vistas del Sierra de los Pollos o de Jaula y del puerto del Cerezo, uno de los pasos más emblemáticos de estas sierras.

Llegaremos a otra bifurcación, y debemos continuar hacia la izquierda, siguiendo el arroyo de puerto Mahina, por un camino que nos sacará de nuevo al carril de Navasequilla, cerca del cerro Majano, de gran interés geológico. Hacia la derecha, continúa el antiguo sendero de la Tiñosa, y a la izquierda, regresaríamos hasta el punto de inicio.

En este tramo dejaremos a nuestra izquierda el cortijo de Navasequilla. En la Base de datos del patrimonio Inmueble de Andalucía se dice que en el mismo cortijo, en los llanos y lomas que se extienden al este, sur y norte del mismo, se encuentran cerámicas romanas de almacenamiento y materiales de construcción y tégulas.