CÓRDOBA

PLAZA DE TOROS

JUEVES 12

22.00 HORAS

APERTURA DE PUERTAS 17.00 H.

Llega a Córdoba uno de los vestigios del rock escénico y fantasmagórico que tantos delirios sembró en épocas gloriosas de la historia del rock. La música acompaña a fuegos de artificio, plataformas malabares, sangres falsas y disfraces a lo franquicia de Marvel. Una fórmula que parece aun funcionar y que llega a la calurosa plaza de toros de Córdoba, donde los 45º aproximados que suelen exhalar sus gradas y albero en las noches de julio podrían hacer estragos en el complicado trabajo de maquillaje de los neoyorquinos Kiss. Herederos del glam rock de New York Dolls y deslumbrados por la reptil y teatral puesta en escena de Alice Cooper, Gene Simmons y Paul Stanley, miembros fundadores del grupo, deciden dar un giro a lo que habían hecho hasta entonces (1972). Reclutan al batería Peter Criss y se les une más tarde el guitarrista Ace Frehley.

Kiss, nombre que surgió en un taxi tras barajar Labios, tiene más de una veintena de discos y una meritoria y dilatadísima experiencia en la que no siempre ha interpretado el papel de sus respectivos personajes. Se convirtieron en los favoritos de los adolescentes estadounidenses en los años 70. La mayoría de los niños estaban encaprichados con la apariencia de Kiss, no con su música. Los trajes y maquillajes escandalosamente extravagantes formaban parte de un cautivador espectáculo con hielo seco, bombas de humo, luces elaboradas, sangre escupiendo y respirando fuego que capturaron la imaginación de miles de niños.

Pero su música estaba ahí también, oscilando entre el hard rock y el heavy metal, una mezcla comercialmente potente de rock duro con himnos impetuosos impulsados por elegantes clichés y baladas con guitarras fuertes, melodías empalagosas y cuerdas arrolladoras. Fue un sonido que sentó las bases para el rock de arena y el pop-metal que dominó el rock a fines de los años 80. No obstante, más tarde, sus fans se sintieron en ocasiones decepcionados por algunos de los giros más comerciales o discotequeros, como I was made for lovin’ you.

Sin embargo, como suele pasar, son esos giros los que les han proporcionado más fama y dividendos, además de haber sido fieles a su propia invención de adoptar semblantes de cómic. No en vano, poseen ventas multimillonarias, varios discos de platino y numerosas distinciones y galardones han jalonado su singular carrera. Eso sin contar el merchandising vendido en las giras por todo el orbe, desde un colgante a caretas o incluso El ataúd de Kiss, que tuvo su correspondiente presentación y era uno de los artículos más llamativos.

No obstante, cuando una banda se mantiene tanto tiempo contra viento y marea, es lógico que surjan deserciones o escisiones. Así, tras muchas idas y venidas, aun se mantienen en la formación los dos miembros fundadores, y fueron Peter Criss (The Catman) y Ace Frehley (The Spaceman) quienes decidieron dejar la banda, a pesar de los intentos de reunión para proyectos concretos.

En la actualidad, además de Simmons (The Demon) y Stanley (The Starchild), completan el cuarteto Eric Singer y Tommy Thayer. Sin embargo, son varios los músicos que han pasado por la segunda guitarra y la batería en el grupo, como Vinnie Vincent (The Wizard) o Eric Carr (The Fox), este último tristemente fallecido.

En octubre del 2013, la banda fue nominada para su inclusión en el Rock and Roll Hall of Fame. Ese mismo mes, Ace Frehley y Peter Criss volvieron a reunirse después de trece años con motivo del trigésimo aniversario del presentador Eddie Trunk en la radio. Tras ser la agrupación más votada en la encuesta popular del Rock and Roll Hall of Fame, Kiss fue elegida por los miembros del comité para su ingreso en abril de 2014.