Tras pasar por el cortijo de las Capellanías, descenderemos por un estrecho valle, con paredes rocosas a la izquierda y espeso encinar en las laderas de la derecha. Se trata del barranco de Santa Ana. Encaramado a la derecha se divisa el cortijo del Barranco, uno de los muchos que se ofertan como alojamiento rural en la Subbética. En su interior se guardan infinidad de aperos y útiles de labranza que ayudan a conocer la historia y el desarrollo de las actividades agrícolas tradicionales de la comarca.

Llegaremos al antiguo camino de Zambra a Carcabuey, que hoy constituye una bien trazada pista terriza, la CP-175. A esta vía se puede acceder también desde la carretera CO-7212, a la altura de la cortijada de Los López. Pero nosotros continuamos en la dirección opuesta, a la derecha y hacia el suroeste. Lo más interesante de este tramo, que discurre por zonas de olivar con algunos retamales, son las hermosas vistas de la cara norte de la sierra Gallinera, más cercana, y de las sierras de Horconera y Rute, en segundo plano; en el fondo del valle, el arroyo de las Tijeras fluye oculto por una gruesa línea verde de álamos chopos, fresnos y olmos; y en el borde de las cunetas todavía queda lugar para encontrar alguna encina o quejigo, a la que abraza la perfumada madreselva o los pinchudos rosales silvestres.

Antes de desembocar en la carretera CO-8213 -que desde el Nacimiento de Zambra nos llevará hasta la carretera A-3226 (Rute- Carcabuey), muy cerca de las aldea de Las Piedras y Palomares-, podremos contemplar un buen ejemplo de pliegues tectónicos sobre el cauce del arroyo del Pito que queda a nuestra derecha en el camino.