En todo este devenir histórico tiene que ver mucho el formidable manantial de Zagrilla, que aún hoy día es una de las principales captaciones de Priego de Córdoba, y abastece a las pedanías de Zagrilla Alta y Baja, El Esparragal, Zamoranos, Campos Nubes, El Cañuelo, El Tarajal, Castil de Campos y a otro municipio, Fuente Tójar; y supone un 10,87 por ciento del total de las extracciones para abastecimiento del municipio de Priego de Córdoba.

El manantial de Zagrilla está incluido en el Inventario Andaluz de Georrecursos y se encuentra muy bien integrado en el casco urbano y en excelente estado de conservación. El agua brota entre rocas, enmarcado por una plataforma circular de ladrillo que permite el acceso para recogida del agua, desde donde pasa a un estanque decorado con plantas. Al lado, se encuentran las mesas del restaurante La Fuente, que ofrece una cocina casera y sencilla, pero de gran calidad, donde se elaboran y degustan platos típicos de la zona.

Junto al manantial encontramos un lavadero cuya construcción fue costeada por Niceto Alcalá Zamora, primer presidente de la Segunda República, en 1935. Este lavadero se encuentra techado y se accede al mismo por una puerta situada en un lateral; es de planta rectangular y consta de 13 pilas formadas por un pretil en talud y pequeños tabiques de separación de ladrillo que delimitan los espacios. El agua discurre por su parte central, de donde se toma directamente para el lavado. En la placita del manantial, al lado del lavadero, se encuentra también el álamo blanco de mayor cuerda de la provincia, inventariado como árbol singular por la Diputación de Córdoba.