El próximo martes dará comienzo la 36 muestra de la Feria de Artes Escénicas en Palma del Río, que tendrá su clausura el 5 de julio después de ofrecer 25 propuestas de muy distinta índole y destinadas a todo tipo de público. Porque en esta edición siguen conviviendo espectáculos de teatro, de calle, infantiles, de danza -tanto flamenca como contemporánea o clásica-, revisiones de los clásicos de siempre, títeres y todo cuanto puede ser considerado artes escénicas. El formato de estos espectáculos varía desde la calle, para acercar el teatro a quien quiera detenerse para disfrutar de una propuesta teatral que también se podrá ver en una lugar cerrado, hasta el teatro de sala, al que el público debe llegar con la intención de ver algo que pueda llamarle la atención. Hoy vamos a hablar del teatro de sala en esta feria.

El Coliseo abre sus puertas a las 21.00 horas y recibe el día 2 a la compañía Atalaya con su Rey Lear. Este es el segundo montaje shakesperiano de Atalaya tras Ricardo III, y la versión de Atalaya, con dirección de Ricardo Iniesta, potencia la búsqueda de la condición humana desnuda que subyace en el texto, despojando al individuo de todo lo superfluo, conectando con la esencia de la naturaleza y buscando la empatía hacia el resto de la Humanidad.

Al día siguiente le toca el turno a El desguace de las musas, de La Zaranda. Se trata de la metáfora de una realidad degradada a burdo espectáculo. Tras su rutilante escenografía, trampantojos de pantallas que escupen su misión publicitaria, políticos que vociferan, trapos de portera y amnesia futbolística propagando una devastación espiritual sin precedentes; la tragedia se contonea desde sus altos tacones. En el espejo del camerino, rodeado por bombillitas fundidas, quedó escrito con pintalabios: El Desguace de las musas. Otro día más y podemos ver Babylon Cabaret, de LaviEbel, que da un paso más en la evolución del lenguaje escénico que les caracteriza, una mezcla de cabaret, circo y teatro físico. En esta función encontramos nueve intérpretes en escena con música en directo, acrobacias, danza exótica, canciones, rueda Cyr, swing egipcio, electromimo, mástil chino, doma de mosquitos, etcétera, con los que la compañía se dispone a llevar al público a ese lugar indefinido que tan bien conoce y que se convierte en el teatro del corazón.

RIESGO E INNOVACIÓN // Cierra la programación del Coliseo Las aves, de Teatro del Velador, que regresa a la programación de la feria de Palma con su arriesgada versión de la obra Aristófanes, que le inspira para hacer una fábula magnífica y personal de la pretendida república catalana. El argumento gira en torno a dos ciudadanos atenienses que huyen en búsqueda de una ciudad donde la corrupción y el abuso de los impuestos no ahoguen a la mayoría de sus ciudadanos en favor de los poderosos. En su periplo, se dirigen a la ciudad de las aves y convencen a los pájaros para que construyan una curiosa ciudad a medio camino entre la Tierra y el Olimpo.

Además de esto, hay más teatro de sala. En la Reina Victoria, el miércoles 3, Histrión presenta La isla. Con dirección del dramaturgo cordobés Juan Carlos Rubio, se trata de un montaje que explora con gran sutileza esa delgada línea que separa lo que sentimos de lo que podemos reconocer que sentimos frente a los demás y frente a nosotros mismos, de asumir lo que nos sucede. Y lo hace como si fuera una historia compartida a través de dos personajes tan frágiles como llenos de fuerza y profundidad. Ada y Laura (Gema Matarranz y Marta Megías) se enfrentan esta noche al dolor, a un dolor profundo, a veces inconfesable, que se ha apoderado de sus vidas y las ha convencido de que no hay posibilidad alguna de escape.

El jueves, Tenemos gato presenta el montaje La perra. Su premisa es sencilla y en apariencia inocente: una familia se reúne en Nochevieja y la mascota de la pareja protagonista se escapa espantada por los petardos que celebran el fin de año. A partir de ahí, surge una historia cómica que va mutando en tragedia cotidiana salpicada de realidad: el feminismo, el animalismo y la política hacen de la historia una obra de este tiempo, mientras que la maternidad, la soledad o los conflictos familiares forman la base del relato.

Y llegamos al viernes, día en el que Fernando Hurtado con Caperucita today une teatro y danza contemporánea en una revisión del cuento clásico de Caperucita roja, un personaje que deja de ser una niña y que no está dispuesta a llevarle toda la vida la comida a la abuela: «¡Ya no soy la Caperucita de antes! Sí, lo sé, no soy perfecta, pero ¿qué puedo hacer? Siempre he intentado ir por el mismo camino, pero a veces sigo mi instinto animal y ¿por qué no probar lugares nuevos? Puedo equivocarme, pero son mis errores, y los necesito. Mamá no entiende que algo ha cambiado. No voy. No estoy para que me cuenten… cuentos». La fiesta teatral está servida en palma del Río. Pasen y vean.

PALMA DEL RÍO

DEL 2 AL 5 DE JULIO

VARIOS LUGARES

VARIAS HORAS