Esta gran bailaora no deja de sorprendernos con montajes que, a veces, pueden sugerirnos una situación de perplejidad, pero, una vez asimiladas sus novedosas propuestas, no tenemos más remedio que agradecerle ese su deseo innato de explorar nuevos caminos. Eva Yerbabuena llega al Festival de la Guitarra de Córdoba con Cuentos de Azúcar, la última consecuencia de su capacidad para acometer nuevos proyectos, en los que la capacidad de sorpresa está garantizada.

No importa, Eva se arriesga y esta vez plantea un reto absolutamente distinto al resto de sus trabajos surgido del impacto que le produjo la visita a su camerino de una cantante japonesa (Anna Sato), después del estreno de Apariencias en el teatro Villamarta de Jerez: el regalo por parte de ésta de un CD a la bailaora granadina que recogía su increíble voz en un idioma que tampoco se puede considerar como tal, ya que no deja de ser un extraño dialecto originario de Amani, una casi olvidada colonia japonesa con casi nulos paralelismos con el idioma nipón.

Impactada por la audición del disco, Yerbabuena decide contactar con Sato e iniciar una colaboración en la que los cuentos de sus respectivos lugares de origen vienen a ser coincidentes en lo esencial, una vez despejados los resultados de la traducción de los de Amani, aunque de una forma algo rudimentaria por un desconocimiento parcial de ese dialecto, dando a entender que los sentimientos y las sensibilidades de los humanos mantienen puntos de convergencia que muchas veces ignoramos hasta que surge el hermanamiento, en este caso, entre el flamenco y la música y los bailes que se hacen en aquel lejano pueblo, donde, para una mayor comprensión, Yerbabuena y su gente se instalaron durante un tiempo para reafirmarse en su idea inicial de que no existen fronteras en el entendimiento de los humanos y más si está presidido por la música, aunque sean de pueblos tan lejanos y dispares.

En este trabajo, las voces flamencas de Miguel Ortega y Alfredo Tejada y la guitarra de Paco Jarana, que también es autor de la música, tendrán el contrapunto de la voz de Anna Sato y los instrumentos originarios de Amani.

Una obra que esperamos con cierta expectación sustentada por múltiples opiniones favorables coincidentes en la capacidad de imaginación de Yerbabuena, hoy por hoy, una de las grandes, y no solo en esa plasticidad arrebatadora a las que nos tiene acostumbrados, sino en la inquietud por darle al flamenco una nueva dimensión, como viene demostrando desde hace 20 años, cuando fundó su compañía, siempre a la vanguardia de creaciones como estos Cuentos de Azúcar que veremos el próximo jueves en el Gran Teatro de Córdoba, dentro de la 39 edición del Festival de la Guitarra.

CÓRDOBA

GRAN TEATRO

JUEVES 4

20.30 HORAS