Llevan en esto décadas, con sus luces y sus sombras, como todos. Elefantes quiso llamarse así por su loable pretensión de hacer música del alma, ya que tal animal representa para muchas culturas ancestrales los valores más profundos. Después de grandes éxitos labrados en todo tipo de escenarios donde apostaban por su magia del directo, diez años de singladura desembocaron en un «no tenemos más que decir como grupo”, que rezaba en un comunicado de la banda como preámbulo de una separación que tuvo como despedida su concierto en la sala El Tren, de Granada.

Tras algunos años en otros diques individuales, la personalidad y, sobre todo, el carisma del grupo, capitaneado de nuevo por el incombustible y mágico Shuarma en la voz, con el cofundador Jordi Ramiro en la batería, Julio Cascán con el bajo y Hugo Toscano a cargo de las guitarras, el grupo volvió a la carga y, tras varios años de rodaje de esta nueva singladura, presentó su séptimo disco oficial, titulado La primera luz del día, una frase que, aun con veintitrés años de carrera musical a las espaldas, se antoja como una declaración de intenciones, como una ventana que se abre de nuevo para asomarse a una esperanza nueva.

La primera luz del día es un trabajo de carácter conceptual que versa sobre las decisiones que tomamos a lo largo de las veinticuatro horas del día, conteniendo todos los rasgos de Elefantes como músicos de raza, combinando elegancia y arrebato, distinción y furor, pero añadiendo en esta ocasión la influencia del pop español de los años sesenta. Un cuento que comienza optimista mientras amanece, y que se va enriqueciendo en emociones mientras nos pasea por sus doce temas llenos de drama, amor y esperanza; siempre introspectivos. Todo esto expresado a través de arreglos impecables, instrumentación precisa y letras que se roban nuestra atención, aunque nunca los textos hayan sido su fuerte.

Renovadores de la canción española desde una perspectiva personal, aun con la voz melosa del sempiterno líder Shuarma, con este nuevo trabajo la banda vuelve a intentar posicionarse entre el frondoso bosque alternativo como el referente musical nacional de mayor espectro, fusionando estilos variados que van desde el pop hasta el flamenco, pasando por la canción melódica y el rock. Elefantes nunca tuvo el pudor de ocultar su querencia por la música comercial, y ellos mismos se definían como un grupo con aspiraciones comerciales, una prueba de valentía en el proceloso mundillo del pop nacional que ahora vuelve a demostrar en esta gira por un buen puñado de salas que está realizando por todo el país y que llega a Córdoba.

CÓRDOBA / LONG ROCK CENTRO / SÁBADO 24 / 22.00 HORAS