Lllega al escenario del Gran Teatro una de las más conocidas obras de Ramón Mª del Valle Inclán. Se trata de Divinas palabras y componen el reparto de esta producción María Adánez, Javier Bermejo, Alberto Berzal, María Heredia, Chema León, Carlos Martínez Abarca, Ana Marzoa, Diana Palazón, Luis Rallo, José Luis Santar y Consuelo Trujillo. Bajo la dirección de José Carlos Plaza, la acción gira alrededor de la familia de Pedro Gailo, un sacristán casado con Mari Gaila que tienen juntos una hija, Simoniña. La hermana de Pedro Gailo muere, dejando a su engendro, Laureaniño el Idiota, un enano hidrocéfalo que es expuesto en las ferias por sus familiares para conseguir dinero. Se lo disputan a tal fin la hermana de la difunta, Marica, y los Gailos. Cuando la esposa del sacristán, Mari Gaila, se va con su amante Séptimo Miau, un grupo de gente emborracha al enano hasta matarle, desencadenándose los acontecimientos dramáticos.

Divinas palabras, subtitulada Tragicomedia de aldea, es una de las obras teatrales más conocidas de Valle Inclán. Publicada en 1919, supone la culminación del ciclo mítico, con una estética muy cercana a los esperpentos. La obra remite a situaciones de crueldad, pero tratadas en tono de tragicomedia. Lo trágico y lo grotesco se aúnan en cuadros que remiten al Goya de Los disparates y Los caprichos, en una auténtica sinfonía de colores interpretada por una galería de personajes sórdidos y miserables. Está habitada con imágenes ancestrales de muerte, de avaricia y lujuria, pero formalmente se sitúa en una vanguardia expresionista. Se trata de la obra más universal del autor gallego, ya que es, con diferencia, la que más veces se ha llevado a escena fuera de España.

A través de un lenguaje de tono exuberante, inventado, mezcla de expresionismo e impresionismo, se transforma en algo poético de una belleza insuperable, consiguiendo que la prosa se convierta en música. Tiene una modernísima visión del concepto teatral, donde los espacios se multiplican y donde el realismo, el esperpento, lo arcaico o lo esotérico se mezclan, produciendo un auténtica borrachera de imágenes. Todo ello unido a los comportamientos y emociones de más de una cincuentena de personajes que envuelven al espectador, le revuelven y le hacen pensar. Una obra inmersa en las raíces de un pueblo que, sin perder su pasión, se comporta con el instinto y no con la razón. Un instinto deformado que lleva a cometer acciones inimaginables y que corroen los pilares de una sociedad burguesa, retrógrada y castradora.

CÓRDOBA

GRAN TEATRO

VIERNES 9

21.00 HORAS