CÓRDOBA / GRAN TEATRO / VIERNES 8 Y SÁBADO 9 / 20.30 HORAS

El Gran Teatro presenta hoy y mañana, a las 20.30 horas, el texto es original de Pep Anton Gómez y Sergi Pompermayer inspirado en varias farsas de Plauto, gran padre del género cómico. Bajo el título de La Comedia de las mentiras, Gómez y Pompermayer se apartan del purismo clásico, tanto en la estética de los años 60 como en la ceremonia de lo común, popular y ligero, alejándose de una comedia sofisticada al apoyarse en conceptos como la confusión que provoca el amor. El espíritu de Plauto es reconocible a partir de Menecmos o Anfitrión y de la influencia que tuvo en autores como Shakespeare, Carlo Goldoni o Molière.

Dirigida por Pep Anton Gómez y estrenada en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, cuenta con un elenco de actores por todos conocido. Encabezados por Pepón Nieto y María Barranco como protagonistas, a su lado encontramos a Paco Tous, Canco Rodríguez, Angy Fernández, Raúl Jiménez y Marta Guerras.

Pepón Nieto es Calidoro, un esclavo que se ve obligado a tejer una gran tela de araña de mentiras para ayudar a sus amos y poderse mantener él mismo sin que le alcancen las bofetadas, como siempre ocurre a los criados, algo que no va a ser fácil. Vestido de mayordomo de opereta, Calidoro presenta a todos los personajes, exponiendo el nudo de historias que confluyen en la escena para que el público no se pierda en lo intrincado de la trama.

Estamos en Atenas y dos hermanos, Hipólita y Leónidas, sus amos, están enamorados. Ella, de un joven llamado Tíndaro; él, de la joven Gimnasia, que es flautista. Ninguno de los dos es aceptado como pareja de los enamorados por su padre, un avaro recalcitrante, comerciante de vinos, paños y liras, que en ese momento está en viaje de negocios y ha dejado al cuidado de la casa a su hermana Cántara, la tía solterona que lleva más de cuarenta años esperando a Filemón, su amor de juventud, que un día salió a comprar higos y no volvió.

Hipólita quiere fugarse con Tíndaro, no sin antes conseguir la dote que su padre se niega a pagar. ¿Cómo conseguirlo? Mintiendo. Leónidas quiere fugarse con Gimnasia porque un tal Degollus, general macedonio, la ha comprado para su uso y disfrute, y pretende llevársela. ¿Cómo conseguirlo? Mintiendo. Calidoro, esclavo para todo, que ha cuidado y ha visto crecer a los dos hermanos, que, como dice él mismo «sólo le ha faltado darles la teta», se ve obligado a ayudarlos. ¿Cómo? Mintiendo. Y a todas estas mentiras, sumémosles muchos piratas, un viejo llamado Póstumo, a Tiberia, siempre fisgona y rabiosa, y unos cuantos chipirones y peras.