La Compañía Nacional de Teatro Clásico, bajo la dirección de Helena Pimenta, trae al Gran Teatro de Córdoba, los próximos miércoles y jueves, a las 20.30 horas, una de las obras cumbres de la tragedia clásica española: El castigo sin venganza, de Lope de Vega. Esta obra, compuesta por Lope en 1631 con casi 70 años, muestra un autor en el crepúsculo de su vida, a la vez que la revisión del texto nos acerca a un poeta fieramente humano. Se trata de una tragedia de honor que oculta una profunda reflexión sobre el poder, la justicia, la responsabilidad, el amor y el deseo, ambientada en el contexto político de las ciudades-estado enfrentadas en la convulsa Italia a final del quattrocento.

Atrapados en la tela de araña de un palacio de susurros, espejos y secretos, los personajes se enfrentan a su conciencia con una intensidad secreta y desconocida; la belleza de los versos se alía con la aspereza brutal de los conflictos y con un delicado ritmo, casi cinematográfico, en el que las escenas se entrelazan y yuxtaponen. De fondo, la fama como eje de unas vidas abocadas a la mentira va gobernando una trama que desemboca en un desenlace sangriento sin resquicio de esperanza. El castigo sin venganza nos ofrece un espejo trágico de la condición humana. Obra maestra de la senectud del Fénix, es un reflejo de su desencanto por la sociedad y el dolor de sus circunstancias personales y familiares pero, a la vez, una audaz superación de un arte destilado y preciso ante la irrupción de los poetas y dramaturgos jóvenes que se van adueñando de la primacía escénica. Este canto de cisne lopesco mantiene hoy la implacable vigencia del arte de la tragedia: un lúcido viaje a las sombras de nosotros mismos.

En esta tragedia, Lope narra la relación amorosa que mantiene Casandra, joven esposa del Duque de Ferrara, con el Conde Federico, hijo bastardo del duque. Cuando este descubre el adulterio después de volver de la guerra quiere castigar a Federico, manteniendo su deshonra en secreto. El duque manda a su hijo para que mate a un traidor disfrazado que no es otro que Casandra, para, después, mandar matar a Federico diciendo que este había asesinado a su madrastra porque creía que esta iba a dar a luz un heredero que le quitaría el ducado. Es una historia donde poder y honor conviven con lealtad, deseo, amor y desprecio, en la que, a través del texto, los personajes muestran una profunda humanidad. Incluso la decisión del Duque de Ferrara de matar a su adúltera esposa y a su hijo encuentran un atisbo de luz para intentar explicar el horror. Si el tema principal es el honor, también encontramos en la obra otros como son relación casi incestuosa entre Federico y Casandra y el amor del Duque por su hijo.

CÓRDOBA

GRAN TEATRO

MIÉRCOLES 1

Y JUEVES 2

20.30 HORAS