Nos disponemos a terminar este año 2017 con la puesta en escena del texto de Eugène Ionesco La Cantante Calva. Será los días 27 y 28 de diciembre (miércoles y jueves) a las 20.30 horas en el Gran Teatro de Córdoba. Dirigida por Luís Luque, con traducción y versión de Natalia Menéndez y música original de Luís Miguel Cobo, son sus intérpretes Adriana Ozores, Javier Pereira, Helena Lanza, Fernando Tejero, Carmen Ruíz y Joaquín Climent.

La Cantante Calva fue la primera obra dramática escrita por Ionesco y la crítica la interpretó como un ataque satírico contra el modelo de familia burguesa de la época. Ionesco utiliza magistralmente una de las características del teatro del absurdo: el recurso de los diálogos inconexos, creando así una atmósfera en la que los personajes están físicamente cerca, pero no pueden llegar a comunicarse de forma efectiva. El autor nos muestra al ser humano del siglo XX como el incomprendido y el incomprensible por lo que, en este sentido, la obra puede considerare como una tragedia del lenguaje, donde los diálogos se fragmentan tanto que, al final de la obra, llegan a ser sílabas sueltas carentes de sentido.

La esencia y principio de La Cantante Calva la explica el propio escritor francés de origen rumano en su texto Notas y contranotas: él simplemente quería aprender a hablar inglés. Se armó con un manual de conversación franco-inglesa y fue copiando las frases del manual para aprenderlas de memoria. No lo consiguió, pero en el manual aparecían unos personajes, el señor y la señora Smith, que tenían una sirvienta llamada Mary y unos amigos, los Martin. Estos personajes revelaron verdades que no por obvias estaban menos olvidadas o ajenas a una mínima reflexión. Las conversaciones en inglés que reflejaba el manual se edificaban sobre las verdades más complejas siendo axiomas elementales. A partir de aquí nos dice Ionesco que sentía la necesidad de comunicar a sus contemporáneos las verdades esenciales reveladas por el manual. Lo que tenía que hacer, pues, era escribir una pieza de teatro. ¿Y por qué se llama La Cantante Calva? Porque no aparece cantante alguna, calva o no.

Lo que Luís Luque presenta son escenas cotidianas sobre la incomprensión y la incomunicación. Él mismo afirma que la intriga planea sobre este texto ensoñador, en el que dos parejas se encuentran en un palacete rancio y caduco, a las que se une una sirvienta fogosa y disparatada y un bombero en busca de un fuego inexistente. «Es una obra de juegos sin sentido que nos traslada a un mundo de soledad y aislamiento, de parloteo constante, de intento de volver a empezar. En este sentido, un texto de lo más contemporáneo», dice. Ionesco, al que, según decía, no le gustaba el teatro, estrenó en 1950 la que podría decirse sería obra culmen del teatro del siglo XX.

CÓRDOBA

GRAN TEATRO

MIÉRCOLES 27 Y JUEVES 28

20.30 HORAS