La Virgen de Luna se encuentra desde el pasado lunes en la parroquia de San Miguel de Villanueva de Córdoba y ayer, con motivo de su regreso a la localidad, se celebró una eucaristía, cantada por la coral polifónica, en la que la cofradía llevó a cabo su fiesta de regla con la imposición de la medalla a los nuevos cofrades.

A su término comenzó la procesión de la Virgen por las calles del pueblo, con un atractivo añadido este año, la presencia de los Danzantes de Obejo, que ante la patrona y en distintas calles y plazas representaron su muy conocida y espectacular Danza de las Espadas o bachimachía, que rara vez sale de Obejo, donde se puede disfrutar con motivo de San Antón, San Benito y el segundo sábado de julio, dentro de la feria.

Su presencia ayer en Villanueva de Córdoba despertó mucha expectación. De hecho, congregó a una multitud de espectadores.

Los obejeños, vestidos con su chaquetilla corta de pana marrón, camisa blanca, pantalón de pana, fajín rojo y botas portaban sus espadas de hierro forjado y realizaron sus bailes y cruces con el patatú, que se produce al rodear los danzantes y las espadas al maestro. Y todo ello, con el sonido de instrumentos como la guitarra, el laúd, el acordeón o la pandereta.

La alcaldesa de Villanueva de Córdoba, Dolores Sánchez, agradeció la presencia de la representación de Obejo, que dio colorido a una procesión en la que la Virgen de Luna, con un manto verde bordado, recorrió portada a hombros diversas calles de la localidad de Los Pedroches.