Con apenas un 24% de agua embalsada, el pantano de Iznájar refleja la triste realidad de la prolongada sequía. Pero estas malas noticias a veces presentan otra cara, y esto es lo que ha ocurrido a orillas de este embalse en la zona del Pamplinar, en término de Rute. El bajo nivel de las aguas dejaban al descubierto en el mes de octubre los restos de antiguos cortijos del siglo pasado, que quedaron sumergidos con la construcción del pantano en la década de los sesenta. La noticia despertó el interés de los habitantes de la comarca, que comenzaron a visitarlos.

La carretera del Pamplinar se convirtió en un ir y venir de excursionistas que se acercaban a estas orillas del embalse. Es lo que hicieron las arqueólogas iznajeñas Belén Ortiz y Susana Ramírez. Y «un paseo de domingo nos llevó a descubrir un yacimiento arqueológico», relata Susana Ramírez, convertida desde hace unos días en directora de esta excavación. A poco más de un centenar de metros de las ruinas de los citados cortijos descubrieron materiales cerámicos muy anteriores, lo que les dio indicios de restos mucho más antiguos.

Con las primeras prospecciones realizadas, «ya podemos decir que es un yacimiento romano dedicado a la producción del aceite de los siglos III y IV de nuestra era», explica Ramírez, que añade que de este tipo solo se tiene constancia de otros dos en la península ibérica, uno de ellos en Portugal. Así, con financiación de la Diputación, en estos momentos hay diez arqueólogos realizando una excavación de urgencia antes de que las aguas suban.

El alcalde de Rute y presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, acompañado por las concejalas de Cultura de Rute e Iznájar, Ana Lazo e Isabel Lobato, respectivamente, han visitado esta almazara romana. «Ha sido un día hermoso, porque hemos tenido la fortuna de hacer un viaje por la historia de casi 2.000 años», ha confesado Ruiz. «Desde la Diputación teníamos la responsabilidad de aprovechar el bajo nivel de las aguas para documentar el yacimiento y obtener toda la información», afirma el presidente de Diputación y alcalde ruteño.

Estos primeros días de excavación se centran en descubrir las estructuras que pueda haber y hacer sondeos para conocer la extensión del yacimiento. También se está recopilando material para su estudio en el laboratorio, ha adelantado la directora de la excavación. El profesor de la universidad de Granada Andrés Adroher confirma la importancia de este descubrimiento, «no desde el punto de vista monumental, pero sí es espectacular como centro de producción, y podemos entender muy bien como se articula el Genil y su comunicación con el Guadalquivir». Esta zona del Pamplinar se encontraba junto al Genil, entre los términos de Rute e Iznajár, con huertas y aldeas que quedaron bajo las aguas del embalse. Este centro de producción de aceite, donde ahora se han encontrado restos de tinajas, piletas y depósitos, viene a confirmar la importancia del Genil como vía de comunicación para sacar el aceite de la Bética, de la que se suministró Roma de los siglos I al V de esta era.

Isabel Lobato, ha reconocido la oportuna visita de las dos arqueólogas iznajeñas para poder sacar a la luz el yacimiento, y Ana Lazo ha anunciado unas jornadas de puertas abiertas para conocer el yacimiento.