En la época de las tecnologías llama la atención encontrar a un grupo de personas que invierten parte de su tiempo de ocio en colaborar con su parroquia. Y lo hacen enfrentándose a un reto: ser actores. El grupo de teatro Parroquia de Guadalupe de Baena pondrá en escena el 23 y 24 de febrero la obra Violeta y el constructor de catedrales. Son 52 personas dirigidas por Jesús Corredor y, aunque son aficionados, el párroco cuenta con experiencia. Empezó en el 2011 en la JMJ de Madrid, cuando «el obispo me encargó una obra de teatro para hacer en Córdoba, en el encuentro internacional que hubo con jóvenes de los cinco continentes», luego vino otra sobre San Juan de Ávila y en Montilla continuó con la actividad. Ahora en Baena esta es la tercera obra que representa el grupo.

Comenzaron en el 2017 con la historia de la Virgen de Guadalupe de Baena. Para ello convocó a las familias de los niños de postcomunión que ya habían participado en teatros. «El objetivo era hacerlo en familia» y además colaboran catequistas. El dinero que se recauda se destina a financiar las obras que se han llevado a cabo en la iglesia. «El objetivo es autofinanciarse», afirma.

Cada viernes y domingo quedan para ensayar y divertirse desde el mes de octubre y, además, cada uno se paga su vestuario. Las adaptaciones las lleva a cabo el párroco, ya que es una obra francesa para seis personas y, «como somos 52 y con niños, la hemos tenido que adaptar». Hasta la fecha han triunfado con cada puesta en escena. Un éxito que sin duda se repetirá este mes.