Si la vida fuera el juego de la silla, la prensa que anda por el Ayuntamiento habría perdido literalmente el juego. Ayer, los periodistas volvieron a ser amablemente echados de los sofás de Alcaldía, porque están, dicen, destinados a las visitas de la alcaldesa. Espero que dispongan pronto de un espacio, si no empezarán a pensar que no les quieren por esos pasillos...