El plato por excelencia de la provincia, el salmorejo, unió ayer a sus propiedades saludables una nueva virtud, entretener y despertar sonrisas entre los niños que acudieron al ciberaula del hospital Reina Sofía, que aprendieron de forma práctica a elaborar este manjar de la cocina cordobesa. A iniciativa de la Cofradía del Salmorejo Cordobés, la ciberaula se llenó en la mañana de ayer con los sabores y olores de este tradicional plato, de la mano del reconocido chef Matías Vega, propietario del restaurante Casa Matías Alcazaba de las Torres, de Cañete, que con todo el cariño explicó y ayudó a los pequeños a elaborar un salmorejo según la receta tradicional, con el majo y mortero. El chef, que ha realizado en torno a 50 talleres en colegios sobre este plato, dijo que era la primera vez que lo hacía en el hospital, «y para mí era el más esperado». De la huerta a la mesa, Vega llevó los cinco productos básicos: ajo, sal, aceite, pan y tomate, porque el vinagre «es solo un toque, porque inunda mucho el sabor», explicó. Y repartió morteros para cada niño, que poco a poco, a base de majar y triturar los ingredientes, fueron elaborando el tradicional salmorejo.

Al taller acudió el presidente de la Cofradía del Salmorejo Cordobés, Miguel del Pino, así como la responsable de la unidad de Actividades Motivacionales del hospital, Ana Calvo, que explicó que su departamento organiza multitud de actividades para que la estancia de los menores en el complejo hospitalario resulte entretenida y se trate de «normalizar su situación».