La actividad que vienen desarrollando los bomberos de la ciudad de Córdoba en los últimos días es frenética. A los incendios de contenedores, pastizales y viviendas y a los accidentes e intervenciones de diverso tipo se han unido dos hechos con los que han conseguido ganarse el afecto, una vez más, de los ciudadanos.

Se trata de dos rescates de animales en situaciones complicadas. Hace una semana, uno de los profesionales del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) tuvo que ponerse a prueba para rescatar un perro atrapado en el incendio de una vivienda en el barrio de Fátima.

Ayer no había llamas, pero la acción tampoco estuvo exenta del riesgo, pues se trataba de liberar un águila que se había quedado enganchada en una antena de televisión de un bloque de pisos de la plaza Aladreros.

Al parecer, el ave, procedente de un anillamiento y que sobrevolaba la ciudad, se fue a posar sobre la antena, con tan mala fortuna que el anillo que llevaba en las garras se quedó ensartadado en alguna de las varillas del poste receptor de televisión.

Para poder rescatarla, los bomberos tuvieron que utilizar una escala y recurrir a sus habilidades para conseguir, primero, cubrir la cabeza de la rapaz para que se tranquilizara y, a continuación, liberarla, lo que se tuvo que hacer con sumo tacto, por el riesgo que suponía y para no dañar más al animal.

Al bajar, los aplausos de los vecinos reconfortaron el esfuerzo de los profesionales que habían participado en el rescate.