Más de un millar de lucentinos se trasladaron anoche a Córdoba para acompañar a la Venerable Archicofradía de Jesús Nazareno en su miserere de la Magna Nazarena. La veneración de un pueblo, forjada generación a generación durante más de cuatro siglos de historia ininterrumpida quedó patente tras la iniciativa de la junta de gobierno de la archicofradía de fletar una veintena de autobuses gratuitos para todo aquel que quisiese estar presente en la catedral cordobesa para asistir al miserere.

Además otro numeroso grupo se sumaban tras viajar en su vehículos particulares, a los que hay que sumar los lucentinos que, residen en la capital. Así pues, acudieron a la Mezquita-Catedral para compartir el rezo del miserere y entonar el «Perdón» a las plantas del Señor de Lucena, que durante estos días ha presidido el espacio de la Capilla de Villaviciosa del primer templo de la diócesis, dentro de la exposición Por tu cruz redimiste al mundo, que se desarrolla en la misma.

La celebración del miserere en la catedral fue una condición impuesta por la junta general de hermanos que aprobó la participación del Nazareno lucentino en la exposición promovida por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. Este culto se celebra de manera ininterrumpida todos los viernes del año en la capilla nazarena de Lucena. El de anoche tuvo un carácter histórico pues difícilmente esta circunstancia vuelva a repetirse, los lucentinos cumplían con la tradición dentro de las milenarias naves del templo catedralicio.