En tan solo cuatro años, la asociación cultural Jazz P.C. de Priego ha conseguido que su evento estrella, el Festival Nacional de Jazz (Jazzándaluz), se convierta en un referente obligado para los amantes de este estilo musical que en la última década ha experimentado un más que interesante auge en nuestra región.

Las claves del éxito del Jazzándaluz se pueden resumir en contar con un enclave único como el Huerto de las Infantas, pero sobre todo, unos organizadores que cuidan con esmero hasta el más mínimo detalle y confeccionan una programación atractiva en la que se dan cita algunas de las formaciones y solistas más punteras del panorama jazzístico patrio.

Buena prueba de ello lo hemos tenido este año, con un cartel de lujo que abría el jueves 8 de agosto Tete Leal, que presentaba en Priego su suite Opus, obra cargada de matices y una amplia variedad de ritmos que la convierten en única. El viernes fue el turno de Chicuelo y Marco Mezquida, que presentaban en Priego su segundo trabajo discográfico en común No hay dos sin tres, mientras que el sábado, como brillante colofón a tres jornadas de jazz de altísima calidad, la Andalucía Big Band deleitaba al numeroso público asistente con un repertorio en el que destacaba la suite Trafalgar, de Javier Galiana.

Como complemento a los conciertos programados, tres jam session en las que se ha contado con José Carra, Alonso Martínez y Pedro Cortejosa, que prolongaron hasta bien entrada la madrugada los rítmos jazzísticos.