A Simón le gusta soñar. A Lucía, su mascota; a Alberto, el deporte y a Álex y Alfonso, sus amigos. A Paula le encanta la música y a Javier, jugar. Todos estos chicos tienen sus preferencias y destacan en algunas áreas, como otras personas, con la particularidad de que ellos presentan un trastorno del espectro autista. Sin embargo, en las 30 fotografías que ha hecho Antonio Guerra y que integran la exposición #Deigualaigual nadie sabe si estos niños y jóvenes tienen autismo o no. Solo se aprecia a personas que disfrutan de pequeñas cosas o momentos. Esta muestra, que cuenta con la colaboración de la fundación Cajasur y de la asociación Autismo Córdoba, fue inaugurada anoche, en la sede de esta fundación, en Reyes Católicos.

«Con esta exposición he querido mostrar a niños, jóvenes y adultos realizando actividades que les gustan y en las que destacan, labores que desarrollan de forma similar a otras personas. Quien observe las fotografías no tiene por qué saber que los protagonistas de las mismas son personas con autismo, queremos que olviden los prejuicios. De ahí el lema de la muestra, #Deigualaigual», indica Antonio Guerra, que añade que «la sociedad debe tener una mirada más inclusiva sobre las personas con TEA». La exposición, que se compone de 30 imágenes, de un metro por 66 centímetros cada una, se clausura el 14 de abril. El presidente de Autismo Córdoba, Miguel Ángel López, agradeció a Antonio Guerra este proyecto, que «ayuda a normalizar la existencia y la convivencia con el autismo».