La sala anexa del Museo Geológico y Minero de Peñarroya-Pueblonuevo acoge hasta hoy una exposición de relojes antiguos perteneciente a la colección de Carmelo Rubio, vecino de la aldea mellariense de Piconcillo, que ha organizado el Ayuntamiento.

Los relojes que se exponen proceden de todos los continentes excepto de América, y los hay de todo tipo: de pared, pulsera, antesala, e incluso el reloj más pequeño fabricado en el mundo, junto a otras miniaturas históricas, y forman parte de las 500 piezas que se muestran en la exposición.

La colección de Carmelo Rubio cuenta con más de 600 piezas, de las que ha restaurado el 90%, que es el porcentaje que funciona. De todos ellos, el más reciente no tiene más de 4 meses y el que cuenta con más antigüedad se fabricó hace 250 años. Su preferido es un Crono fabricado en Suiza.

Carmelo, con 96 años, posee todas sus facultades intactas y es capaz de arreglar los relojes a la perfección. En su exposición se muestra como protagonista el primer reloj que tuvo, con solo 14 años, que consiguió recogiendo tal pieza tras un bombardeo en Pozoblanco, en plena guerra civil. A partir de este momento comenzó a coleccionarlos.

Hoy, Carmelo muestra su tristeza por la progresiva desaparición del oficio de relojero, tanto, que aunque uno de sus hijos haya decidido continuar con esta labor, advierte de la necesidad de que los conocimientos que él aprendió de forma autodidacta se impartieran actualmente en cursos.