La idea del buzón violeta surgió el año pasado, después de que en la celebración del Día contra la Violencia de Género (25 de noviembre, en un ambiente especialmente sensibilizado, empezaran a aflorar confesiones a media voz de alumnos que habían sido víctimas o habían presenciado algún tipo de abuso, maltrato o experiencia machista. Para los docentes fue una sorpresa, ya que las incidencias de ese tipo hasta el momento habían sido muy escasas.

El IES Galileo Galilei es el único centro que ofrece en Córdoba el ciclo formativo sobre Promoción de la Igualdad de Género y cuenta con un equipo de profesionales psicólogos más numeroso que cualquier otro instituto de la ciudad, de ahí que fueran especialmente receptivos ante lo que vieron en los chavales.

«El alumnado aprovechó ese día para desahogarse, pero nosotros decidimos que debíamos facilitar alguna herramienta con la que canalizar ese tipo de casos», explica Susana Lázaro, vicedirectora del instituto, «y ahí nació el buzón violeta, donde podrán exponer y denunciar situaciones de este tipo de forma anónima». El proyecto ha obtenido el respaldo del claustro, el consejo escolar, el IAM y la Delegación de Educación y no descartan que se extienda a otros centros. «Cada viernes, el equipo encargado del buzón violeta lo abrirá para revisar los mensajes que se depositen», señala Lázaro, «y en función de lo que haya, se realizará un seguimiento, se ofrecerá apoyo o se activarán los protocolos previstos para casos de acoso sexual, ciberacoso o maltrato».