Tras una semana de actividades en las que se ha fomentado el comercio justo, que implica el pago de un precio proporcionado para los productores, condiciones de trabajo dignas, igualdad entre hombres y mujeres, rechazo de la explotación infantil y respeto al medioambiente, Córdoba celebró ayer el Día Mundial del Comercio Justo.

Varios estands informativos junto al Ecomercado, en el entorno de La Calahorra, sirvieron para difundir que apostar por el comercio justo es contribuir a reducir la pobreza, respetar el medio ambiente y apoyar a pequeños productores y comunidades empobrecidas para que puedan tener una vida digna.

Manuela Aguilar, de la cooperativas Ideas, explicó que, en definitiva, lo que pretende el comercio justo es «poner la libertad de las personas por encima de la libertad de los mercados». Además, resaltó que el consumidor contribuye de esta manera «a un mundo más justo, sostenible y solidario». «Cuando el cliente compra en el comercio justo, como alternativa al tradicional, le está poniendo cara a quién elabora el producto, cómo y en qué circunstancias, y sabe que está ayudando a las personas y al medio ambiente», apuntó Aguilar.

En las actividades desarrolladas a lo largo de la semana han participado tanto el Ayuntamiento como la cooperativa Ideas y organizaciones como La Tejedora. En las mismas se ha fomentado también la economía solidaria y el consumo responsable, tanto en el ámbito local como internacional.