Laura López desayunó ayer con productos de comercio justo y de cultivo ecológico, destacando entre ellos el azúcar de caña de la cooperativa paraguaya de Manduvirá. Laura es representante de la cooperativa e hija de socio y se encuentra en Córdoba para dar a conocer la lucha de los campesinos de la ciudad de Arroyo y Esteros, que en 1975 se unieron para protestar por los bajos precios a los que le compraban la caña de azúcar el propietario del ingenio (o fábrica azucarera). Tras una serie de vicisitudes comenzaron a fabricar azúcar en el 2005 con la marca Comercio justo. En el 2014 varios socios hipotecaron sus tierras para conseguir dinero y comprar el ingenio, organizándose el trabajo entre los cooperativistas. Con ello evitaron la emigración a Argentina o España de los hijos de los azucareros, aunque surgieron problemas, como el desecho de residuos orgánicos de la caña de azúcar. En esos momentos conocieron a la cooperativa cordobesa de comercio justo Ideas en un congreso en la capital paraguaya, Asunción, y acordaron un proyecto de cooperación, apoyado económicamente por el Ayuntamiento de Córdoba, consistente en un laboratorio de análisis del suelo, que estaba perdiendo cualidades y una planta de compostaje para fabricar fertilizantes ecológicos «a la carta», como los definió Juan Hidalgo, concejal de Servicios Sociales y Cooperación del Ayuntamiento de Córdoba.

Hoy, los cerca de mil cooperativistas de Manduvirá venden el azúcar en 25 países, sus hijos se quedan en Paraguay y se enorgullecen de su dignidad.