Murió como vivió. Se apagó en silencio y con la humildad y sencillez que vivió siempre. Sor Ángeles, Ángeles Peña Bartolomé, religiosa de la Congregación francesa de las Hermanas de la Sagrada Familia, falleció el 10 de noviembre a las 92 años de edad en La Rozas (Madrid), lejos solo en cuerpo de su querido colegio de Córdoba. Nacida en Mamolar de la Sierra, en la provincia de Burgos, en el año 1926 en el seno de una familia numerosa, pronto sintió la llamada de la fe e inició en Villefranche (Francia) su vida religiosa a la que dedicó 74 años, bajo la inspiración de la fundadora de la congregación, Santa Emilia de Rodat, de vivir «pensando traspasar los mares» y dedicándose a la educación de los más humildes.

En esa localidad de la costa gala se licenció en Francés, lengua que hablaba como la propia y que enseñó a numerosas generaciones de niñas, muchas de las cuales la conocían como ‘ma mère’ (mi madre), pues se dedicó, los primeros años de su llegada al colegio de la plaza de Aguayos (conocido como ‘las francesas’), al cuidado de las niñas internas.

Estuvo más de 60 años en el colegio de la Sagrada Familia de Córdoba, donde se centró en la enseñanza del francés y en la recogida de fondos económicos para las misiones que la congregación tiene principalmente en Bolivia, con la creación de la tómbola misionera, que cada año montaba en la feria del colegio el primer fin de semana de mayo, y con la venta de bocadillos en los recreos, una actividad que un grupo de alumnos mantiene activa hoy día con similar finalidad. Nunca huyó de la responsabilidad, pero por su humildad, sí de los cargos directivos y solo en una ocasión -- «casi a regañadientes», recuerda el profesor Antonio Giménez-- fue superiora de la comunidad de religiosas. Siempre con una sonrisa y palabras amables, Sor Ángeles ha dejado huella en muchas generaciones de niñas que han visto en su vida un ejemplo de humildad, fidelidad y honradez.

Descanse en paz.

La misa será el lunes 19 a las 19.30 horas en la iglesia de San Pedro