Todo empezó en un grupo de Facebook. Así fue como se conocieron el cordobés Rafael Gómez y Elu Heredia, natural de Doña Rama, localidad cercana a Belmez, pero residente en Madrid desde su infancia, que un buen día se decidió a conocer Córdoba, ciudad que nunca había visitado, para lo que pidió ayuda a sus amigos de la red. Rafael se ofreció a actuar como cicerone, «aunque yo tampoco es que conociera mucho la ciudad», reconoce, y desde su primer encuentro, en el puente de Todos los Santos del año 2013, todo cambió en sus vidas. No solo porque surgió el amor «a primera vista» entre ellos, sino porque también se enamoraron de Córdoba, a la que poco después dedicaron una página web (soycordobés\sa.es) que ya alcanza la cifra de 40.000 seguidores de los puntos más dispares del planeta, y supone un verdadero escaparate de la ciudad, sus fiestas y tradiciones, porque «los temas polémicos, que los hay, no nos gusta tratarlos», señala Rafael.

Centenares de fotografías comentadas, reseñas de los eventos más importes del calendario festivo y cultural y enlaces a medios de comunicación locales para que todo aquel que quiera pueda estar informado de la actualidad cordobesa componen esta web, que visitan, sobre todo, ciudadanos cordobeses de numerosas ciudades españolas y de países como Alemania, Francia o Australia, y en la que cuentan con la ayuda de dos colaboradores, Juan Manuel Ruiz y Miguel Collado, «sus ojos» en la ciudad. «Compartimos todas las noticias que nos parecen relevantes, y todos los días ofrecemos el enlace de la portada de Diario CÓRDOBA», dicen, pero también hay un espacio para las recomendaciones. «Hablamos de restaurantes y hoteles, según nuestras experiencias», continúa Elu, que reconoce que quien más tiempo le dedica a la web es Rafael, aunque «el alma mater de la página es ella», dice él. «Fueron cuatro días trepidantes», recuerda Rafael de su primer encuentro, asegurando que se adentró por primera vez en los tesoros de Córdoba debido al interés mostrado por Elu, que se sintió «verdaderamente sorprendida» de todo lo que vio, volviendo a Madrid «llorando» y con «grandes deseos de volver», tanto por la ciudad como por los sentimientos que se despertaron entre ambos. Pocos meses después ya vivían juntos en Madrid, desde donde se han propuesto promocionar la ciudad donde se enamoraron y que les enamoró.

«Cada vez que podemos nos escapamos», cuenta con entusiasmo la pareja, que asegura que «siempre recorremos la ciudad de una punta a otra para actualizar las fotografías», señala Elu, que se «vuelve loca» con la gastronomía de la tierra. A sus sesenta años, Rafael y Elu tienen ahora el sueño de fijar su residencia en Córdoba, pero hasta entonces seguirán difundiendo y promocionado la «maravillosa» ciudad que los unió.