Cerca de 800 kilómetros separan Montilla de Mondragón. Sin embargo, este municipio guipuzcoano situado en la comarca del Alto Deva representa, para muchos, un barrio más de la localidad de la Campiña Sur, gracias a las decenas de vecinos que hacia mediados de la década de los cincuenta del siglo XX decidieron marcharse hasta el País Vasco en busca de un futuro mejor.

En estos días, esta ciudad que cuenta algo más de 22.000 habitantes y que se erige como uno de los principales centros industriales de Euskadi, ha estado bien presente en el corazón y en los pensamientos de los montillanos, que han recibido a su alcaldesa, María Ubarretxena, coincidiendo con la designación como pregonero de la Feria de El Santo de Rafael Gómez Priego, presidente de la Casa Al-Ándalus de Mondragón y exconcejal del Consistorio vasco. La regidora mondragonesa ha querido así estrechar los vínculos que unen a ambas localidades y conocer, de primera mano, la ciudad natal de muchos de sus convecinos.

La Casa de las Aguas sirvió de escenario para la recepción oficial que le brindó la Corporación municipal, con el alcalde, Rafael Llamas, a la cabeza. «Queremos que la alcaldesa de Mondragón pueda conocer nuestra identidad, ahondando así en las raíces de los muchos montillanos que allí emigraron y que son un nexo de unión entre ambos pueblos», destacó el primer edil, que acompañó a María Ubarretxena en su visita a otros enclaves como la Sierra de Montilla o el castillo de El Gran Capitán.