El exministro del Interior Juan Ignacio Zoido optó por una cerrada defensa de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cuya actuación más polémica, el 1-O, fue calificada de «proporcional y racional», y la justificó en la pasividad de los Mossos d’Esquadra, que «toleraron» un referéndum ilegal. Para ello, con insistencia, se amparó en lo que le transmitió el entonces secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto -que declarará ante el tribunal del procés el lunes-, en el sentido de que la policía autonómica «no había cumplido las previsiones a las que se habían comprometido».

En Nieto y en el coordinador del dispositivo, el coronel Diego Pérez de los Cobos -que declarará el martes- parecen haber descargado la patata caliente del responder por el operativo policial tanto Zoido como Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría.

Ante la insistencia de la defensa de ponerle frente a las cargas policiales, Zoido aseveró: «No debe culparse a las fuerzas de seguridad» de lo ocurrido ese día, «sino a los que alentaron y promovieron el referéndum ilegal». «Cuando se producen imágenes de fuerza ninguna es agradable», pero, a su juicio, los agentes priorizaron la «proporcionalidad y seguridad de las personas», principios que rigen todos los dispositivos policiales.

SIMULAR CUMPLIR ÓRDENES / El problema, adujo, fue que cuando llegaron los agentes a los colegios «no se vieron unidades de intervención de los Mossos», «no se había cerrado ningún colegio» y se encontraron con «auténticos escudos humanos», «concentraciones organizadas», que impedían cumplir el mandamiento judicial. El exministro negó que eso fuera «la convivencia ciudadana», por lo que «no debe culparse a las fuerzas de seguridad, sino a quienes alentaron y promovieron el referéndum ilegal».

Señaló que «todos los cuerpos tenían el cometido de clausurar el colegio, pero en muchos de ellos se comprobó que había una resistencia activa, organizada», y se certificó la inactividad de la policía autonómica, que levantaron actas para «simular que cumplían las órdenes judiciales», según respondió a preguntas de la fiscalía.

«Ante un referéndum que se había declarado ilegal y que se estaba alentado a la participación y sabiendo que tenía que intervenir, el dispositivo de los Mossos era totalmente insuficiente», dijo el exministro Zoido, que desvió cualquier pregunta sobre el despliegue policial a «los operativos», a cuyo frente situó a Pérez de los Cobos.

«Siempre me he preguntado qué hubiera pasado si no se hubiera alentado el referéndum y qué hubiera pasado si en lugar de los 7.000 mossos que actuaron hubieran estado los 12.000 habituales, con el apoyo de los 6.000 guardias civiles y policías desplazados a Cataluña en un principio, según explicó, «para apoyar a los Mossos y realizar labores de policía judicial.

«Todo habría sido totalmente distinto. Se habría podido obtener un mejor resultado», se respondió él mismo poco después.