Las víctimas y expertos, que por fin ven en el horizonte la posiblidad de que se cumplan sus demandas y España se convierta en un país pionero en la protección, detección y atención a los niños que sufren violaciones, no quieren que el proyecto legal se quede en un cajón del Congreso, como tantos otros, por la falta acuerdo. Por ello, este viernes unieron sus voces para exigir al Ejecutivo de Pedro Sánchez que acelere al máximo su elaboración, con el fin de que la anunciada ley de violencia contra la infancia vea a luz esta legislatura.

El Consejo de Ministros estudió el pasado viernes, antes de que estallara el 'caso Montón' y la ministra dimitiera, el primer borrador, y en la rueda de prensa posterior, la entonces ministra de Sanidad se comprometió a remitirla a las Cortes en el segundo trimestre del 2019, después de un amplio periodo de consultas. Y su sucesora, María Luisa Carcedo, ha mostrado su apoyo a la norma.

Pero para el pianista James Rhodes o la activista Vicki Bernadet, víctimas en su infancia de los abusos sexuales, no es suficiente. Ambos, junto Save the Children y otras oenegés, ofrecieron este viernes una rueda de prensa en la que reclamaron a Sánchez que dé luz verde al anteproyecto como muy tarde en enero, para que así dé tiempo a que sea aprobado definitivamente antes de un posible adelanto electoral. Rhodes se reunió recientemente con Sánchez y le trasladó personalmente esta petición. El presidente le recibió después de que el músico publicara una carta en 'El País' en el que relataba los abusos sexuales que sufrió en su infancia en Reino Unido.

Rhodes revivió este viernes, con dificultades, visiblemente afectado, aquel horror: "Cuando era niño sufrí violaciones durante mucho tiempo y como otros niños, no hablaba pero daba muestras como nerviosismo o sangrados. No quería ir al gimnasio donde el profesor de boxeo me violaba y no ocurría nada, me enviaban allí ... Hoy ocurriría lo mismo pese a los sangrados anales ... Y ese señor sigue en mi cabeza, cuando me acuesto con mi novia, cada mañana cuando me levanto .... Yo no quiero estar en esta puta silla dentro de dos años, cinco o diez, necesitamos ya esa ley".

Por todo ello, Rhodes urgió a los partidos políticos a dejar las diferencias de lado y trabajar codo con codo: "No es un tema político, sino humano y humanitario", señaló.