Uno de los efectos colaterales de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa ha sido la súbita conversión de Miquel Iceta de líder de la cuarta fuerza parlamentaria a jefe de la oposición in pectore. No solo por su papel de intermediario entre los presidentes español y catalán, sino también por cierta desaparición de Inés Arrimadas. Precisamente ella tenía que abrir la ronda de consultas iniciadas por el presidente catalán, Joaquim Torra, con los partidos del Parlament y su negativa a acudir a un edificio, el Palau de la Generalitat, presidido por una pancarta de apoyo a los políticos presos ha dejado a Iceta el campo libre para aparecer, aun más, como la referencia opositiva al independentismo.

Tras 80 minutos de reunión, ambas partes coincidieron en que el encuentro había sido cordial. Iceta dejó claro que no deseaba para él el papel de intermediario o peacemaker por cuanto creía que el papel de Sánchez y Torra es insustituible y deben de ser ellos los que aborden las cuestiones más sensibles. ¿Cuándo? Lo antes posible, han coincidido todos, por lo que es de prever que esta se produzca más o menos de inmediato.

Iceta también vio vías de colaboración en el rescate de las medidas aprobadas por el Parlament y suspendidas por el TC, tras el recurso del Gobierno. Incluso en aquellas cuestiones donde pueda haber una invasión competencial de la Generalitat, dijo, todo es posible si se realiza una negociación política en esos términos. Y es que , por lo que parece, el PSSC y el PSOE pretenden llevar el diálogo con la Generalitat al molino de la mera discusión competencial, es decir, autonómico.

EL MARCO LEGAL / «Sería deseable para el buen fin del diálogo y posible negociación que las dos partes», es decir, la Generalitat, «hicieran un reconocimiento del marco legal existente». Es decir, que como dijo Sánchez en el debate de la moción de censura, los contactos tengan siempre como techo la Constitución.

Y es obvio que la discrepancia de fondo, más allá de las buenas formas, sigue siendo sobre qué se va a discutir. La consellera de Presidencia, Elsa Artadi, dio la visión del Govern al encuentro. Y ha hecho un quiebro a la voluntad de Sánchez de moverse bajo el paraguas de la Carta Magna. «Nosotros creemos que un posible referéndum se puede situar en el ordenamiento legal actual. España ha firmado tratados donde se reconoce el derecho a la autodeterminación, por ser un derecho universal. Y además, consideramos que las Cortes españolas están para amoldar la legislación al deseo de la ciudadanía», aseveró la portavoz.

LA SITUACIÓN DE LOS PRESOS / Las preguntas de Torra sobre la situación de los presos no han hallado réplica en el socialista que se ha mantenido en su línea de no avanzar postulados que solo caben al presidente del Gobierno. Iceta, eso sí, ha reconocido que la cuestión de los presos es muy importante.

A este respecto, Miquel Iceta criticó la postura de Arrimadas de no acudir al encuentro con Torra. «La causa que parece que ha motivado a Arrimadas no es suficiente. Respeto la posición de todo el mundo, pero en este caso no la comparto. No será una pancarta lo que impedirá abrir el diálogo».

«Es obvio que, entre las muchas cosas que separan al PSC del Govern, está toda la discusión sobre los lazos en espacios públicos y la neutralidad institucional», recordó Iceta, que sin embargo dijo que esa diferencia «no impide al PSC atender una invitación institucional y trabajar para el diálogo político».

Iceta insistió en que la utilización de lazos amarillos, para pedir la libertad de los dirigentes independentistas encarcelados por desafiar al Estado, es una «expresión de una opinión individual legítima y respetable», pero «no debería ser el símbolo de una institución» como la Generalitat que debe de representar a todos los catalanes.