El 'president' de la Generalitat, Quim Torra, ha dado cuatro días al 'conseller' de Interior, Miquel Buch para que haga cambios en el departamento tras las cargas de los Mossos d'Esquadra en las manifestaciones antifascistas de Girona y Terrassa. El presidente ha asegurado que si el martes no hay cambios en Interior, será él mismo el que tome decisiones. [Sigue las últimas noticias sobre Catalunya, Torra y los Mossos en directo.]

Torra ha hecho estas declaraciones a periodistas en la capital de Eslovena, Liubliana, adonde viajó este jueves. Torra ha subrayado que habrá que ver qué hay que "corregir" tras unas imágenes de ayer con las que "los catalanes no nos sentimos a gusto".

En este sentido, ha explicado que el domingo día 9, cuando regrese a Barcelona, va a reunirse con el 'conseller' de Interior para revisar protocolos policiales y ver si ha habido "mala praxis".

Ha resaltado que los Mossos "tienen que garantizar el orden público" y que no hay que "caer en las provocaciones de la extrema derecha", y a partir de ahí el Govern, ha aseverado, "hará todo lo que tenga que hacer" para que "si hay que hacer cambios, se hagan". Torra ha remarcado que espera que estos cambios se lleven a cabo "en breve", por eso se reunirá el domingo con Buch, con el deseo de que las modificaciones ya se puedan ver "la semana que viene".

BUCH, "EN CONTACTO PERMANENTE" CON TORRA

Este mismo viernes Buch ha asegurado en Catalunya Ràdio que no le "temblará el pulso" a la hora de actuar contra agentes antidisturbios. "Algunas de las actuaciones de ayer no siguieron el protocolo. Y en el caso de que la resolución del expediente lo acabe concluyendo, no me temblará el pulso para echar a los agentes de la Brimo (acrónimo de Brigada Mòbil, la unidad antidisturbios de los Mossos)".

En ese contexto, Buch ha explicado que ha estado "en contacto permanente" con Torra y ha indicado que si se toman decisiones se comunicarán al Govern en el Consell Executiu del martes.

PETICIÓN DE DIMISIÓN

Girona y Terrassa fueron este jueves escenarios de nuevos episodios de tensión entre independentistas y los Mossos que volvieron a sacudir las costuras políticas del bloque soberanista. En Girona, la policía catalana cargó con dureza contra varios centenares de personas que trataban de impedir la celebración de un acto a favor de la Constitución en el centro de la ciudad. Hubo un detenido y una veintena de heridos, entre ellos 15 agentes.

La CUP exigió otra vez la cabeza del 'conseller' de Interior, pero también esta vez ERC pidió una "investigación diligente" para aclarar los hechos. Horas después, en un episodio similar en Terrassa, la diputada de la CUP Maria Sirvent resultó herida en la mano por el disparo de un proyectil de precisión durante unos altercados que dejaron dos detenidos.