El presidente de la Generalitat, Quim Torra, optó ayer, durante la jornada del 17-A, por centrar sus mensajes en el apoyo a las víctimas de los atentados, pero sin desaprovechar la ocasión para recordar que el que era responsable de Interior durante los atentados, Joaquim Forn, sigue preso por los sucesos del 1-O. En esta línea, Torra leyó una declaración institucional con una referencia a Forn pero sin aristas políticas, a diferencia del tono usado por el expresidente Carles Puigdemont minutos antes en Catalunya Ràdio, y posteriormente compareció en la ofrenda floral y el acto institucional acompañado de la esposa del exconsejero, Laura Masvidal. Tanto es así que el president se la presentó al Rey y al resto de autoridades españolas.

En su comparecencia para leer la declaración institucional en el Palacio de la Generalitat pocos minutos después de las nueve de la mañana, Torra exhibía una chapa en la solapa con la imagen de Forn. En la declaración, leída junto al resto de miembros del Govern, el presidente eludió casi por completo las polémicas policiales y políticas sobre el 17-A y se centró en el homenaje a las víctimas y a los diferentes profesionales que actuaron tras los atentados, en especial a los Mossos, al mayor Josep Lluís Trapero y al que fue responsable político de Interior, Joaquim Forn.

«Un reconocimiento de forma especial para los trabajadores sanitarios, de servicios de emergencias y miembros de la policía de la Generalitat, Mossos d’Esquadra con el mayor Trapero y el conseller Joaquim Forn, hoy injustamente encarcelado, al frente», afirmó Torra. «El Govern quiere hacer llegar su recuerdo, apoyo y solidaridad a todas las víctimas y a sus familiares y amigos», añadió el presidente.

En la declaración, el jefe del Govern también defendió los valores de la democracia, la paz y la libertad: «Con la misma contundencia que hace un año, el máximo rechazo al terrorismo sea cual sea su carta de presentación; los hechos vividos pusieron a prueba a nuestro país y su gente y hemos salido reforzados y más unidos y convencidos de nuestros principios, que nos consolidan como sociedad democrática, pacífica, plural y tolerante». «Cataluña se ha forjado como tierra de acogida contra los que usan la violencia; por eso, ante aquellos que usan la violencia, forjamos un país de gente de paz y de acogida, una sociedad íntegra y valiente dispuesta a combatir la barbarie y la intolerancia», afirmó.

Minutos después, Torra se dirigía a la ofrenda floral en el mosaico de Joan Miró, en la Rambla, junto a la esposa de Forn, a la que acompañó en todo momento. Mientras la comitiva del Govern se dirigía hacia la plaza de Cataluña, un grupo de manifestantes constitucionalistas les increpó y escupieron a una integrante del equipo de protocolo del president.

Ya en la plaza, Torra presentó a la esposa de Forn al Rey y al resto de autoridades españolas, que la saludaron con frialdad. Tras el acto institucional, en declaraciones a Rac-1, el jefe del Govern confirmó que le había explicado a Felipe VI que Masvidal es la esposa del exconseller encarcelado. «Él no me ha dicho nada», añadió. «Otros de los miembros de la comitiva bajaban los ojos», sostuvo.

Sobre otra de las polémicas del día, las pancartas contra el monarca en la plaza de Cataluña y la Rambla, Torra apeló a la libertad de expresión como uno de los pilares de la sociedad catalana, y dejó la cuestión de si retirarlas o no en manos del Ayuntamiento de Barcelona. En todo caso, Torra eludió otras polémicas como la presencia de banderas españolas y subrayó la necesidad de dar protagonismo a las víctimas y sus familiares. Ya por la tarde el presidente de nuevo centraba el recuerdo del 17-A en Forn visitándolo en la cárcel de Lledoners.