El pulso que la Generalitat había planteado al Rey con respecto a un eventual plante de Quim Torra en la inauguración de los Juegos Mediterráneos de Tarragona ha terminado en nada. El 'president' compartirá finalmente palco con el Monarca este viernes, a pesar de que desde la Casa del Rey se ignoraron la petición de una reunión previa entre ambos y la exigencia de que Felipe VI pidiera disculpas por su papel tras el referéndum del 1 de octubre.

Después de una mañana de rumores y filtraciones en direcciones contrapuestas, Torra ha confirmado en una declaración institucional desde el salón Torres Garcia de la Generalitat que estará en Tarragona junto al Rey. Antes de hacerlo, ha insistido en sus argumentos contra el Rey, que, ha dicho, "dio cobertura y apoyo a la represión contra más de dos millonesde personas, que causó mil heridos de diversa consideración". También le ha reprochado que no haya tenido "ni una palabra de consuelo o de apoyo a ellos o sus familias".

El presidente de la Generalitat, que este jueves evacuó consultas con Carles Puigdemont en Berlín sobre qué decisión tomar, ha anunciado después de sus críticas a Felipe VI que va a Tarragona pero que lo hace con condiciones, con respecto al acto de hoy y también a los que se celebren a partir de ahora.

"Hoy estaré porque estos Juegos se hacen en Tarragona, en Catalunya, y se han organizado y pagado desde nuestro país. No echarán al 'president' de nuestra casa. La presencia del Monarca no condicionará nuestras decisiones. En Catalunya mandan los catalanes", ha justificado su decisión.

Irá a Tarragona, ha añadido, para entregar al Rey varios informes del Síndic de Greuges sobre la actuación policial el 1 de octubre. Además, ha asegurado que no quiere que una imagen suya con el Monarca contribuya a dar una pátina de normalidad a la situación: "No iré a hacerme fotos, no nos interesan las fotografías con los que avalan la represión".

Torra también ha dicho que desde ahora ni él ni ningún miembro del Govern asistirán "a ningún acto organizado por la Monarquía", y que la Generalitat tampoco invitará al Rey a ninguno de los actos que convoque.

"No haremos como si nada. Por los presos políticos y por los exiliados, por nuestro derecho inalienable a la autodeterminación. Por dignidad. Y hoy, por encima de todo, por Tarragona", ha proclamado el 'president'.

Torra ha dicho que no había tomado una decisión antes porque estaba esperando una respuesta a las exigencias que plasmó en una carta enviada el miércoles al Monarca. Esa misiva a Felipe VI, cofirmada por Carles Puigdemont y Artur Mas, llegó a la Casa del Rey y fue reenviada al Gobierno. El líder del Ejecutivo catalán y los dos 'expresidents' le urgían a mantener una reunión, aprovechando la ceremonia de Tarragona, y le pedían que modulase su papel en el conflicto catalán tras las "heridas abiertas" por su discurso del 3 de octubre. Pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez descartó ese encuentro.