Sesenta años después de su fundación como organización revolucionaria de liberación nacional vasca y casi exactamente 50 años después de que, ya como banda armada, asesinara a su primera víctima -el guardia civil gallego José Pardines Arcay-, ETA ha dejado oficialmente de existir este mediodía, con la celebración de un encuentro internacional de ratificación en el palacio de Arnaga, en la localidad vascofrancesa de Cambo-Les-Bains. Todas las reacciones al anuncio.

Ha sido el acto final de una despedida mediática y escenificada por capítulos, que duraba desde el pasado 20 de abril y cuyo culmen ¡ ha sido la lectura de la "Declaración de Arnaga", dos folios de letra apretada con varias peticiones y ninguna condena. "Hará falta espíritu de generosidad para curar las heridas", ha recitado Irati Cuevas, de 29 años, vecina de Gernika elegida como voz joven y femenina para leer la Declaración en euskera.

El documento celebra que ETA "reconoce los sufrimientos que ha ocasionado", y asegura que "aún están por resolver asuntos importantes, como el de los presos y las personas huídas".

La declaración admite que "heridas profundas perduran: familias y comunidades permanecen divididas. Debe haber más esfuerzos para reconocer y asistir a todas las víctimas". Es su única referencia a los muertos.

En la imagen , los mediadores internacionales tras la lectura del comunicado, de izda a dcha, Cuautémoc Cardenas, Irati Agorria, Michel Camdessus, Jonathan Powell, Anais Funosas, Bertie Ahern, y Gerry Adams.

Invitados internacionales

La disolución que ETA anunció este jueves ha sido certificada por cinco observadores internacionales: el norirlandés Gerry Adams, exlíder del Sinn Féin; el exjefe del gobierno irlandés Bertie Ahern; el político mexicano Cuauhtémoc Cárdenas; Michel Camdessus, ex director del FMI, y Jonathan Powell, que fue jefe del gabinete del primer ministro británico Tony Blair. Todos, convocados por el Foro Social, la plataforma Bake Bidea y el Grupo Internacional de Contacto del abogado surafricano Brian Currin.

A su invitación han acudido dirigentes de la izquierda abertzale (a la cabeza, Arnaldo Otegi), del PNV (liderados por su presidente, Andoni Ortúzar), de la rama vasca de Podemos, sindicatos y políticos locales vascofranceses. No han estado -ni realmente se les esperaba- el PP, el PSOE ni Ciudadanos, que tildan de acto propagandístico al evento de hoy.

"Jornada histórica"

El acto ha comenzado con un minuto de silencio "en honor de todas las víctimas de este conflicto”, ha dicho, oficiando de anfitrión, Jean René Etchegaray, presidente de la Mancomunidad Vasca.

Después habló Brian Currin: “Hoy es un día de celebración y de reflexión intelectual”. El surafricano propuso que “esta jornada del 4 de mayo sea su día para todas las vascas y todos los vascos”.

En el turno de salutaciones, Powell ha sentenciado: "Tendremos una Europa sin violencia política a partir de hoy". Y Camdessus ha leído un mensaje del ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, que califica de "histórica" a una jornada que "se debería celebrar en toda Europa".

Gerry Adams ha pedido al Gobierno que acerque a los presos de ETA, y ha recordado que él mismo fue preso. "Cumplí mi pena, y para mi familia habría sido muy distinto estar lejos o cerca", ha contado, para insistir: "El enfado no es una política, y la venganza no es una solución".

El mexicano Cárdenas ha terminado recordando que "los objetivos por los que ha venido luchando el pueblo vasco siguen vivos" si bien "vivimos un cambio muy importante en la forma de alcanzar esos objetivos".

Simpatizantes de la izquierda abertzale piden la amnistía para los presos de ETA frente a Villa Arnaga de Cambo (Francia).- EFE

El futuro

Han trufado los discursos las referencias a lo "histórico" del día, y las alusiones al futuro. Las principales, de la izquierda abertzale, que comienza a andar sin ETA, pero con un "conflicto político que se va a mantener", ha dicho Otegi, porque "esta vieja nación tiene derecho a decidir libremente su futuro".

A un futuro con "condenas que se seguirán cumpliendo" ha aludido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una declaración en la que ha adelantado que no se quiere ver solo en futuras decisiones, o sea, que convocará al Pacto Antiterrorista.

De cara a esa reunión, dirigentes socialistas, con el exlehendakari Patxi López al frente, han abogado por revisar la política penitenciaria, y también por combatir el blanqueo de la negra historia de ETA. Lo ha resumido así la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Purificación Causapié: "ETA no puede pretender construir un relato de que hubo una guerra".