El Tribunal Constitucional se ha roto en la deliberación sobre el recurso de amparo de un sindicalista gallego, condenado por ultrajes a la bandera, por quemar una de España durante una protesta salarial. Cinco de los 11 magistrados que lo componen en la actualidad han anunciado votos para mostrar que, en su opinión, esa conducta sí estaba amparada en la libertad de expresión.

La mayoría ha entendido que las expresiones que profirió el representante del sindicato Confederación Intersindical Galega Pablo Fragoso durante las protestas en las participó, consistentes en "Aquí tenéis el silencio de la puta bandera y Hay que prenderle fuego a la puta bandera, fueron innecesarias y no pueden quedar amparadas en la libertad de expresión. Añaden que no guardan relación con sus reivindicaciones.

Los magistrados que son contrarios a este parecer son la vicepresidenta del alto tribunal, Encarnación Roca, y sus compañeros Andrés Ollero, Cándido Conde-Pumpido, Juan Antonio Xiol y María Luisa Balaguer. No es extraño que los tres últimos o, al menos los dos, discrepen de la mayoría del pleno en diversas resoluciones, pero sí que muestren su discrepancia con la mayoría Roca y Ollero.