El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena tiene previsto volver a activar la orden europea de detención contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont cuando dicte el auto de procesamiento contra los exmiembros del Govern, de la anterior Mesa del Parlament y de los líderes de las entidades independentistas. Previsiblemente eso ocurrirá a finales de marzo o principios de abril, que es ahora mismo el calendario con el que trabaja el magistrado para finalizar la fase de instrucción de la causa por rebelión.

Según avanza este lunes 'La Vanguardia' citando fuentes del Supremo, la intención de Llarena es elevar la causa a juicio antes de que termine el verano. Cuando eso suceda, Puigdemont, los cuatro 'exconsellers' huidos junto a él a Bélgica y el resto de encausados presos serán inhabilitados, y entonces el juez dictará una orden de prisión internacional contra Puigdemont y Toni Comín, los dos prófugos que mantienen su acta de diputado y, por tanto, están aforados.

NUEVAS PRUEBAS

La reactivación de la orden europea de detención contra Puigdemont permitirá, según las citadas fuentes, ofrecer a las autoridades belgas todas las pruebas que hay contra el 'expresident' y evitar que en ese país se limite el alcance de los delitos por los que pueda ser juzgado en España. El juez retiró el pasado 5 de diciembre la euroorden de arresto que decretó la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela porque entonces el sumario estaba en una fase muy incipiente. Pero la instrucción ha permitido obtener nuevas pruebas.