La exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría ha presentado su candidatura para presidir el PP como "una militante más" y ha ofrecido un proyecto "integrador" y "en positivo". Ante las escaleras del Congreso de los Diputados y rodeada de decenas de periodistas, Sáenz de Santamaría ha explicado que da este paso con "energía, entrega y determinación" en un momento "muy importante para el PP y para España".

Quien fuera la mano derecha de Mariano Rajoy en el Gobierno y la única vicepresidenta que ha tenido en las legislaturas que ha estado en el poder se ha decidido, después de unos días de reflexión, a dar el paso. Fuentes de su equipo aseguran que pese a no contar con poder orgánico, tiene capacidad de movilizar a los afiliados, que por primera vez participarán en la elección del líder conservador. "Si escuchamos a los militantes, acertaremos", ha declarado.

Santamaría, que tenía sobre la mesa varias ofertas de trabajo desde que resultase aprobada la moción de censura de Pedro Sánchez, lleva unos días recogiendo avales (se necesitan sólo 100 para optar la presidencia popular), según han confirmado a este diario fuentes populares. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, según esas mismas fuentes, ha hecho exactamente lo mismo.

Ahora, tras la renuncia del favorito, Alberto Núñez Feijoo, todos los focos se centrán en ellas dos, en Cospedal y Santamaría, pese a que cuatro personas más han anunciado su voluntad de dar la batalla: el vicesecretario Pablo Casado, el diputado José Ramón García Hernández, el exministro José Manuel García Margallo y el expresidente de Nuevas Generaciones en Valencia José Luis Bayo.

Experiencia como portavoz de la oposición

Parte del partido teme una lucha férrea entre ambas políticas, cuyas relaciones personales y profesionales distan mucho de ser buenas. Sin embargo Santamaría tiene además como anunciado e indisimulado contrincante a Margallo, con el que sus relaciones son aún peores que con Cospedal, hasta el punto de que quien fuera jefe de la diplomacia llegó a escribir un libro dando detalles de sus desavenencias con la exvicepresidenta del gobierno español. Y eso que formaban parte del mismo Consejo de Ministros. "Somos compañeros y espero que nos tratemos como compañeros", ha declarado cuando se le ha preguntado por la posible guerra interna.

Santamaría, en una entrevista en Telecinco, ha subrayado que ofrece a los militantes de su partido su experiencia "como portavoz en la oposición" (lo fue en el grupo parlamentario de Rajoy) y "como vicepresidenta del Gobierno".

Las encuestas

Fuentes del entorno de la exvicepresidenta consideran que uno de sus puntos a favor es el amplio conocimiento y la buena valoración que ha tenido Santamaría habitualmente en todas las encuestas. Ese presunto apoyo puedo compensar, en opinión de sus colaboradores, la falta de apoyo orgánico en el PP, donde nunca ha ostentado ningún cargo de importancia. Ese supuesto tirón también se cumple en concreto entre el votante de Ciudadanos. Encuestas internas que el equipo de Rajoy hizo para las generales de hace dos años demostraron que Santamaría era incluso más valorada que el propio Albert Rivera entre el electorado naranja.