El Gobierno no da ningún síntoma de que contemple convocar a corto plazo elecciones. Todo lo contrario. Cada día da muestras de que aguantará, como mínimo, hasta otoño de este año, descartando tanto un adelanto en marzo como la posibilidad de que los comicios generales coincidan en mayo con los autonómicos, municipales y europeos. Tras anunciar Pedro Sánchez que el Consejo de Ministros aprobará este viernes el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha dado por hecho desde Nueva Delhi que el presidente seguirá en la Moncloa después del verano.

Tras entrevistarse con su homóloga india, Sushma Swaraj, Borrell ha señalado este martes que Sánchez viajará a India "en el último trimestre del año". La fecha está todavía por concretar, y en parte vendrá condicionada por la celebración de elecciones en el país asiático en mayo, pero supone confirmar que no habrá comicios generales en España hasta después de ese viaje oficial.

Sánchez ya ni siquiera condiciona la duración de la legislatura a la suerte de sus cuentas públicas, que dependen para su aprobación de ERC y el PDECat, grupos que hasta el momento han señalado que no apoyarán aquí al Gobierno. Otra cosa, sin embargo, es la tramitación de los Presupuestos, su discusión en el Parlamento, un proceso que puede alargarse durante dos o tres meses, siempre que republicanos y posconvergentes no presenten enmienda a la totalidad ni apoyen las del PP y Cs.

El Ejecutivo tiene cierta esperanza depositada en ERC y el PDECat. "Hay discusión entre los grupos independentistas sobre la conveniencia de presentar una enmienda a la totalidad. Pero digo yo que antes de tomar una decisión deberán conocer los Presupuestos", ha dicho Borrell, que también ha subrayado que tanto él como otros ministros trabajan con "el horizonte" de acabar la legislatura, llevándola hasta el 2020.

RELACIONES "MÁS FUERTES"

La visita de Sánchez a la India, en cualquier caso, supone un paso más por parte del Ejecutivo para profundizar en los vínculos con el país asiático, donde todavía hay mucho camino por recorrer. Dos ejemplos. Los intercambios comerciales de España con China, India y Rusia (los tres al mismo tiempo) son menores que los que tiene con Portugal. Y el número anual de visados turísticos de ciudadanos indios para visitar a España es casi cinco veces menor que los solicitados para viajar a Francia: 60.000 frente a 280.000.

En los últimos tiempos, las empresas españolas han aumentado su presencia en la India. Airbus ha recibido la concesión de un contrato, aún no firmado, para la fabricación 56 aviones, 16 de ellos en España y los 40 restantes en el país asiático. Y Navantia se encuentra "bien posicionada", según el Gobierno, en la licitación para fabricar cuatro portahelicópteros. Los intereses españoles no solo abarcan el campo militar, sino también en el civil, con posibilidades de entrar en el mercado ferroviario y el energético, entre otros.

"India es la mayor democracia del mundo desde el punto de vista del número de personas ha señalado Borrell-. Son 1.350 millones que constituyen una democracia compleja de administrar. Cuando hablamos de la diversidad cultural y lingüística de Europa, aquí nos quedamos cortos. Y sin embargo son un país federal, con una estructura descentralizada. Y todo eso con un sistema democrático que funciona y que no ha tenido, salvo un pequeño periodo de estado de excepción, ningún incidente político ni militar. Es una razón más para tener buenas relaciones con India. Tenemos valores democráticos compartidos. No podemos decir lo mismo con otros países del sudeste asiático con los que probablemente comerciamos más. Hay que establecer relaciones más fuertes".