Tras eludir menciones explícitas a Cataluña en su discurso de investidura, Pedro Sánchez ha puesto sobre la mesa en su rifirrafe vespertino con Pablo Casado, el líder del PP. El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la reelección, ha insistido en la exigencia a PP y Ciudadanos de que se abstengan para facilitar su investidura y les ha avisado de que esta es la única vía posible si no quieren un Ejecutivo que dependa de los independentistas o una repetición electoral.

Además, ha lamentado que el PP de "vivir del problema territorial" y les a acusado de "utilizar" Cataluña y los catalanes para "disfrazar" lo que considera una "enorme deslealtad a España" votando en contra de su investidura, "la única opción de Gobierno posible".

SIN MENCIONES INICIALES

En su discurso inicial, Sánchez había eludido hacer referencias concretas a Cataluña, y se ha limitado a comentar que para superar las tensiones territoriales no solo se requiere aplicar la Constitución, sino que será necesario "un proyecto colectivo de regeneración nacional".

Ante la crisis catalana ha apelado a "un proyecto colectivo, de regeneración nacional, progreso y de inspiración europeísta". "¿Qué sentido tiene fomentar la división, la desunión y la segregación dentro de España cuando necesitamos más Europa?", ha exclamado el presidente en funciones.

Esta falta de alusión a Cataluña chocaba con la pretensión de ERC y JxCat que habían advertido de que el sentido de su voto dependería de lo que el candidato dijera en su discurso sobre el conflicto independentista.