Consciente de que los aliados del Gobierno se oponen a una nueva ampliación del estado de alarma y de sus amenazas de votar en contra de la prórroga el próximo miércoles en el Congreso de los Diputados, Pedro Sánchez defendió ayer que es imprescindible que continúe vigente porque constituye el único sostén jurídico que puede garantizar una desescalada exitosa. El resto, advirtió, sería el caos. Ya no se podría restringir la movilidad, se dispararían los contagios y quedarían desprotegidas las personas que tienen una cobertura social mientras dure este periodo de excepcionalidad. «No hay plan B», dijo, desde una comparecencia en la que pidió «responsabilidad» a sus socios.

Ante las críticas (crecientes) en la oposición por la ausencia de diálogo, el presidente respondió que llama regularmente a los líderes de todas las fuerzas políticas, algo que PP y Cs desmintieron de inmediato.

GARANTIZAR AYUDAS / «El estado de alarma es una necesidad, no es un capricho», subrayó. Argumentó que la mayoría de gobiernos europeos emplean ese mecanismo y recordó que esa norma, aunque limita derechos, garantiza múltiples ayudas que recibe la población mientras siga vigente la alarma: quienes sufren un erte, los autónomos con prestaciones por cese de actividad o los beneficiarios de moratorias para alquileres o hipotecas quedarían desprotegidos sin ese instrumento, señaló. «¿Hay un plan B? No hay plan B, el único plan es el estado de alarma», defendió. Desde esa necesidad, apeló a todas las fuerzas políticas para que asuman su «responsabilidad» y estén «a la altura».

Sánchez considera que el Gobierno ha mantenido una interlocución regular con todos los partidos y las comunidades autónomas, pero anunció que en la fase de desescalada que ahora comienza esa «cooperación» será más intensa. «Ahora que hemos superado los peores momentos de urgencia y, reconozcámoslo, de cierto agobio podemos ahondar en la cooperación y mejorar la cogobernanza en la desescalada», dijo, admitiendo implícitamente que quizá no hubo la fluidez de comunicación requerida.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, replicó ayer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien se dirigió para decirle que «para exigir responsabilidad primero hay que practicarla». Desde el PP, se acusó a Sánchez de mentir «otra vez» en referencia a los contactos mantenidos hasta el momento con el líder de ese partido, Pablo Casado, ya que en 43 días solo le ha llamado dos veces. Casado insistió ayer en reclamar al presidente del Gobierno un «plan claro» para la desescalada si quiere lograr su apoyo , recriminó que «no ve a nadie al timón» ante esta crisis, y criticó sobre todo el plan de desescalada del confinamiento que cree que es «un sudoku que nadie entiende».