Las negociaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias entran en una nueva fase. Los líderes del PSOE y Podemos siguen alejados sobre el formato del nuevo Gobierno, con el morado reclamando una coalición de la que él mismo forme parte y el socialista dispuesto solo a aceptar independientes cercanos a Iglesias en el Consejo de Ministros. Pero dos meses y medio después de las generales del 28 de abril, periodo en el que no se ha avanzado nada pese a las cuatro reuniones mantenidas, ambos tratarán, por fin, las medidas a aplicar si sale adelante la investidura de Sánchez.

En principio, a tenor de los precedentes en otras negociaciones, el programa debería haber sido la piedra sobre la que construir la investidura y el mandato posterior de Sánchez, previsto para cuatro años. Sin embargo, ambos se han afanado hasta ahora en debatir sobre coalición sí o no, dejando a un lado qué leyes aprobarían la próxima legislatura. Ahora, en cambio, cuando faltan poco más de dos semanas para la votación definitiva, prevista para el 25 de julio, el enfoque cambia.

EL DOCUMENTO / La dirección del PSOE dio ayer dos pasos importantes. Por un lado, difundió un documento de 38 páginas como «base» para conversaciones con Podemos. A los morados les supo a poco porque, según Iglesias, se recoge parte de un programa socialista recortado e, incluso, algunas medidas «ya en marcha». Por otro, se nombró un equipo negociador, que estará liderado por la vicesecretaria general, Adriana Lastra. Al mismo tiempo, el líder podemista, que hoy se reunirá con Sánchez, reclamó poner fin ya al «periodo de las excusas» y abordar una negociación «integral» sobre el programa y sobre equipos. Y dejó sobre la mesa una incógnita que, de haber querido, podía haber despejado. «¿Le ofreció Sánchez dos ministerios en la primera reunión que mantuvieron?», se le preguntó en Telecinco. «No puedo responder a eso [...]. Es evidente que salí de aquella reunión con optimismo, pero no puedo responder», respondió Iglesias. «No creo que sea tan irresponsable Pedro Sánchez de querer ir a unas nuevas elecciones», dijo Iglesias.

AVAL DEL PSOE / Los socialistas, por su lado, están en otro discurso. Creen, en contra de lo que han mantenido hasta ahora, que primero se deben abordar las medidas y, solo después, pasar a cómo debe ser el nuevo Ejecutivo. Aquí Sánchez, que recibió el aval de la dirección del PSOE a su estrategia, descarta moverse. Insiste en que su oferta no irá más allá de lo que ya ha expresado: no a la coalición, sí a la posibilidad de que independientes cercanos a Podemos formen parte del Consejo de Ministros y a que miembros del partido ocupen puestos intermedios.

El entorno del presidente siempre ha defendido que el pacto programático con Podemos no supondría problemas. Ahí están los casi 12 meses de sintonía, a raíz de la moción de censura, con el frustrado pacto presupuestario como plato fuerte. Con su movimiento de presentar un documento de iniciativas, los socialistas pretenden desplazar toda la presión hacia Iglesias, con el argumento de que si hay que repetir elecciones, algo probable, no será por cuestiones que interesan a los ciudadanos (medidas), sino por asuntos que solo conciernen a Iglesias (sillones).

De momento, la propuesta del PSOE se basa en un «resumen» de su programa electoral, como reconoció la presidenta del partido, Cristina Narbona, encargada de dar a conocer el documento, que recoge, entre otras iniciativas, la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, políticas de vivienda, blindaje del sistema de pensiones y una ley de eutanasia.

El escrito no hace referencia a la composición del Ejecutivo, ni a la situación en Cataluña, donde las diferencias con los morados, que defienden el referéndum, sirven a Sánchez para rechazar la coalición. Iglesias se ha comprometido con el líder socialista a apoyar por escrito su postura sobre la crisis territorial, como avanzó este diario. Pero para el PSOE no basta porque se requiere «nitidez» ante el secesionismo. En este terreno se le planteó a Iglesias en Telecinco qué haría si estuviera en el Gobierno y llegaran peticiones de indultos para los políticos catalanes presos o una propuesta de 155. De lo primero, dijo que habrá que estudiarlo. Y sobre la suspensión de la autonomía de Cataluña, el dirigente apuntó que tendría que haber «un debate» en el seno del Ejecutivo.