Pedro Sánchez cree que su investidura va a fracasar y que el culpable, una vez más, será Pablo Iglesias. Tras varios días de propuestas rechazadas por el líder de Podemos y mensajes contradictorios por parte del Gobierno, el presidente estalló ayer. Dio por «rotas» las negociaciones. Aseguró que Iglesias estaba «encasillado en una posición maximalista» con su exigencia de una coalición de la que él mismo forme parte. Que la consulta a las bases de Podemos estaba «trucada». Y que todo, en realidad, se reducía a una «mascarada» para «justificar lo injustificable»: el voto en contra de los morados en el debate de investidura, que tendrá lugar la próxima semana. Mientras Sánchez subía el tono, Podemos lo bajaba, apelando al «talante negociador». Pero todo parece encaminarse a una investidura fallida, como ocurrió en el 2016.

El líder socialista no quiso esperar ni un segundo, dejando de lado las fórmulas protocolarias de las entrevistas.

«¿Cómo está?», le preguntaron por la mañana en la Ser.

ACTITUD DE IGLESIAS / Fue suficiente. «Bien, la verdad es que sorprendido y algo frustrado por lo que ocurrió el pasado viernes, cuando conocí a través de los medios de comunicación una consulta que a todas luces supone por parte de Iglesias una ruptura de las negociaciones», contestó Sánchez.

A partir de aquí, el presidente fue a más, sin salirse de la idea fundamental. «Iglesias no se ha movido de su posición maximalista. Me cuesta verbalizarlo, pero está usando esta consulta trucada para justificar su voto en contra a la investidura, junto con la ultraderecha», insistió.

En su consulta, convocada por sorpresa, justo después de que Sánchez se abriera a la incorporación al Ejecutivo de miembros de Podemos que no formen parte del núcleo duro de Iglesias, la dirección morada pide a sus bases que se posicionen sobre estas dos opciones: un «Gobierno de coalición sin vetos» o un «Gobierno diseñado únicamente por el PSOE».

EL CAMBIO / El pasado viernes, nada más conocer la pregunta lanzada por la dirección morada, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, dijo que la consulta no tenía «por qué dinamitar» nada. Pero la opinión de Sánchez es muy distinta: lo dinamita todo. Ni siquiera incluye la oferta de que dirigentes de Podemos se encarguen de ministerios sociales, siempre que no se trate de Iglesias ni de ninguno de sus principales colaboradores. «Es una ruptura unilateral de la negociación, un cierre absoluto de puertas», argumentó el presidente. Así que ahora todas sus propuestas han «decaído», al «tumbarlas» el líder de Podemos de un «manotazo».

«Estamos ante una ceremonia para justificar lo injustificable. Llueve sobre mojado. Ya lo viví en el 2016 y desgraciadamente se va a repetir en el 2019», continuó Sánchez, dando por hecho que su investidura, como la de hace tres años, fracasará la semana que viene.

A partir de aquí, el líder socialista podría intentarlo de nuevo en septiembre o darlo todo por perdido y volver a elecciones, que tendrían lugar el 10 de noviembre.

Ambas posibilidades están abiertas, pero en la dirección del PSOE dudan de que las piezas vayan a moverse: ni el PP y Cs se abstendrán, como reclama Sánchez, ni Podemos se apeará de su exigencia de una coalición, con Iglesias en un papel protagonista.

LAS DUDAS DE SÁNCHEZ / «Siempre he tenido muchas dudas de que Iglesias se incorpore al Gobierno -reconoció el presidente-. Tenemos enormes discrepancias sobre temas de enorme vigencia que vamos a afrontar en esta legislatura, como la cuestión catalana. Creo que es mejor sortear esas contradicciones con un Gobierno de cooperación con el PSOE dentro y Podemos fuera». Porque Iglesias, sostuvo, «minusvalora» la crisis territorial. Él, en cambio, no descarta activar de nuevo el artículo 155 de la Constitución, para suspender todas o parte de las competencias de la Generalitat, si esta vuelve a la senda unilateral tras la sentencia del juicio al procés, que se espera para la vuelta del verano. «Yo no quiero aplicar otra vez el 155. Pero mi deber es contemplarlo», dijo.

LAGARTO Y SERPIENTE / Podemos acogió la «dureza» en el discurso de Sánchez con «sorpresa», pero apeló al «talante negociador» del presidente. La consulta sigue adelante (los inscritos en el partido morado pueden votar hasta el jueves) y la propuesta, inamovible, continúa siendo una coalición en la que participe su líder. «Para nosotros nunca está rota la posibilidad de que nuestro país sea un país mejor. Pensamos que eso pasa por un Gobierno de coalición», reiteró una vez más el secretario de Acción Política, Pablo Echenique. El propio Iglesias optó por el silencio, solo truncado por un gif que colgó en Twitter para definir su relación con Sánchez. Se ve a un lagarto huyendo de una serpiente de tamaño mucho mayor.