Cuando ya no tienes miedo de ir a la cárcel, porque ya lo estás, todo cambia ante un juez. Como ocurrió este lunes con el expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sánchez, el 'exconseller' Josep Rull pasó al ataque. En su turno cuestionó la independencia del Tribunal Supremo, que le ha procesado por rebelión y malversación, porque considera que todos los pasos dados por el alto tribunal han ido siendo adelantados por miembros del Poder Judicial o por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, lo que lleva a dudar de que el juez Pablo Llarena no actúe bajo presiones o en conceder la condición de "oráculo" a todos los que predijeron sus decisiones. En contraposición puso la justicia Europea, en referencia a la decisión alemana que hace presagiar que no se entregará al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont por rebelión.

Según fuentes presentes en la comparecencia, en la que Llarena le notificó en persona su procesamiento, Rull sostuvo que si los partidos independentistas no hubieran ganado las elecciones del 21-D no serían juzgados y auguró que el juicio al que se enfrentará "será un mero trámite". A lo largo de 40 minutos fue muy crítico con la celeridad con la que se ha producido la instrucción de la causa, que se anunciara su suspensión de cargo público por su procesamiento por rebelión y que se adelantaran los próximos pasos judiciales. De ahí que sostenga que se trata de un proceso político por expresar ideas y contra una forma determinada de pensar.

El magistrado, sin perder la educación ni la sonrisa, negó que "todo esté escrito" y aseguró todas las decisiones que ha tomado se basan en las pruebas recabadas durante la instrucción. Además, dudó de que todas las predicciones periodísticas hayan resultado certeras como argumentaba Rull parafraseando al poeta Salvador Espriu para llamar "rayo en la oscuridad" a la justicia europea, donde, en su opinión, sí hay separación de poderes.

El 'exconseller' de Territorio y Sostenibilidad, que anunció que solicitará la declaración del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, como testigo, al haber negado el delito de malversación, ha tratado de desmontar los hechos que le atribuye el juez Llarena en su auto. Ha negado la hoja de ruta, que considera un programa electoral, y ha denunciado haber sido procesado por asistir a reuniones independentistas sin que se concreten. También sostuvo que impidió que el barco de Piolín con policías nacionales atracara en el puerto de Palamós porque no se solicitó en forma ni reunía condiciones para ello y la propia Capitanía Marítima, dependiente del Estado, le impidió fondear.

No competencias del Estado

Por su parte, Raül Romeva defendió el derecho a la autodeterminación como un derecho recogido en la Declaración de Derechos Civiles y Políticos y en la jurisprudencia internacional para, a continuación, asegurar que la actuación exterior de Catalunya nunca asumió competencias del Estado, al no mantener relaciones consulares ni firmar convenios en su nombre. Sostuvo que su labor fue similar a la de otras comunidades autónomas, aunque admitió que la estructuras creadas también serían válidas en otro escenario.

El 'exconseller' de Exteriors denunció la vulneracion de derechos fundamentales que alega de estar sufriendo por "una persecución política" que está siendo juzgado por un tribunal que no es competente y le priva de la segunda instancia judicial. También se refirió a los derechos de sus hijos a verle, según fuentes presentes en la declaración. Insistió que nunca se ha utilizado violencia y que de hecho teorizaron que no se podía utilizar ante la necesidad de "una solución política" ante cualquier problema político.

Nueva petición de excarcelación

El 'exconseller' de Interior Joaquim Forn ha vuelto a pedir al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena su excarcelación o, al menos, una medida cautelar menos gravosa que su permanencia en prisión para poder preparar su defensa ante los graves delitos por los que ha sido procesado: rebelión y malversación de caudales públicos.

Sus argumentos han sido los que ya ha ido esgrimiendo a lo largo de la instrucción de la causa: que, auunque no renuncia a sus convicciones, ha abandonado la actividad política, que acata el artículo 155 de la Constitución, por el que dejó de ser 'conseller' de Interior. Ante el magistrado ha insistido en que no se produjo violencia en ninguno de los escenarios que condujeron a la declaración unilateral de independencia.

La comparecencia de Forn, para ser notificado en persona del auto de procesamiento dictado por el magistrado contra los líderes del 'procés', se prolongó durante aproximadamente media hora y solo contestó a las preguntas de su defensa, por lo que ni Fiscalía, que ya se ha mostrado favorable a su excarcelación, como la acusación que ejerce Vox no pudieron formular las preguntas que tenían preparadas.

A continuación comenzó el 'exconseller' de Exteriores Raül Romeva. Este miércoles les llegará el turno a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y los 'exconsellers' Dolors Bassa y Jordi Turull.