El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha dejado este martes en libertad con fianza de 60.000 euros, a aportar en un plazo razonable, a la secretaria general de ERC, Marta Rovira. Es la petición que había formulado la fiscalía, a la que se adhirió la Abogacía del Estado, mientras que la acusación que ejerce Vox había solicitado prisión incondicional. La Asaemblea Nacional Catalana ya ha anunciado que hará frente a esta cantidad con los fondos de la caja de solidaridad.

Los argumentos en los que basa su decisión el magistrado se darán a conocer este martes, aunque adelantó a las partes que no existe riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas, como sostuvo Vox, que le atribuyó todos los posibles causas que justifican la prisión provisional. Ello pese a que casan mal con que nadie hubiera pedido el adelanto de su citación teniendo en cuenta que su imputación se produjo hace dos meses y hasta ahora no se la había tomado declaración. El único riesgo que el juez entendió que podía existir es el de reiteración delictiva, pero tan atenuado como para que con una exigua fianza quede conjurado.

Suspender la votación

Rovira declaró este lunes que el 1-O, en una reunión a la que asistieron representantes de los partidos soberanistas, pidió al entonces presidente Carles Puigdemont suspender la votación por la violencia que se estaba produciendo, pero él lo descartó por el gran número de gente que estaba en los colegios.

Respecto a si ella facilitó un listado de colegios y locales para votar, la imputada explicó que no tuvo ningún cargo de gestión en la organización del referéndum, ni participó en los trámites legislativos de las leyes de transitoriedad y de la consulta.

Sí dijo que intentó asistir a todas las reuniones a las que le convocó el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, aunque no supo precisar cuáles fueron exactamente al ser preguntada en concreto por aquellas en las que le sitúan los informes de la Guardia Civil por las que le atribuye un puesto en el comité ejecutivo del 'procés'.

Respecto a la agenda del número dos de Economía Josep Maria Jové, en la que se reflejaban esos encuentros, sostuvo que entiende que él apuntaba según su propia percepción de lo que ocurría. Y calificó la hoja de ruta de Enfocats como un documento más de escenarios políticos como otros que se han ido haciendo estos años.

El magistrado no hizo ninguna pregunta sobre los planes futuros del independentismo, pero los representantes de la fiscalía, la exfiscal general del Estado Consuelo Madrigal y el fiscal Jaime Moreno, sí lo hicieron. Rovira que evitó responder a cuestiones que derivaran en los que ella podía creer se limitó a decir que "la declaración de independencia era una manifestación política sin efectos jurídicos para iniciar un periodo electoral posterior".

No a bloquear el Parlament

La líder de ERC, que admitió haber firmado en nombre de su partido la hoja de ruta de marzo de 2015, suscrita por las formaciones soberanistas bajo la presidencia de Artur Mas, explicó que el 17 de noviembre se reunió con el 'expresident' Puigdemont para tratar el bloqueo del Parlament. La sesión de investidura de enero, finalmente no se celebró al quedar en suspenso cautelamente por el Tribunal Constitucional. Después, las reuniones en Bruselas las celebró la comisión creada al efecto y ella no volvió.

Al término de la declaración de Rovira, la acusación que ejerce Vox pidió su ingreso en prisión incondicional, mientras que la fiscalía pidió libertad bajo fianza. A continuación comenzó a declarar la coordinadora general del PDECat, Marta Pascal.

Hasta ahora el magistrado ha decretado prisión eludible bajo fianza de 150.000 euros para la expresidenta de la Mesa del Parlament Carme Forcadell, que pasó una noche en prisión, y dejó en libertad con fianza de 25.000 euros a los demás miembros de la Mesa. Los miembros del Govern también quedaron en libertad con fianza de 100.000 euros. Solo siguen en prisión el exvicepresidente Oriol Junqueras, el 'exconseller' de Interior Joaquim Forn y los líderes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.